CUMPLIENDO PROMESAS

Este es un blog, que duraras todo un año, en el cual podras leer la biblia en solo UN AÑO!!!

sábado, 9 de enero de 2010

DÍA 9 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS Capitulo 9, Versiculos 28 al 62
9:28 Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.


9:29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente.

9:30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías;

9:31 quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén.

9:32 Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él.

9:33 Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía.

9:34 Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube.

9:35 Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd.

9:36 Y cuando cesó la voz, Jesús fue hallado solo; y ellos callaron, y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto.

9:37 Al día siguiente, cuando descendieron del monte, una gran multitud les salió al encuentro.

9:38 Y he aquí, un hombre de la multitud clamó diciendo: Maestro, te ruego que veas a mi hijo, pues es el único que tengo;

9:39 y sucede que un espíritu le toma, y de repente da voces, y le sacude con violencia, y le hace echar espuma, y estropeándole, a duras penas se aparta de él.

9:40 Y rogué a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron.

9:41 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar? Trae acá a tu hijo.

9:42 Y mientras se acercaba el muchacho, el demonio le derribó y le sacudió con violencia; pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo devolvió a su padre.

9:43 Y todos se admiraban de la grandeza de Dios.

Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos:

9:44 Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres.

9:45 Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle sobre esas palabras.

9:46 Entonces entraron en discusión sobre quién de ellos sería el mayor.

9:47 Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño y lo puso junto a sí,

9:48 y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande.


9:49 Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros.


9:50 Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.

9:51 Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén.

9:52 Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos.

9:53 Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén.

9:54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?

9:55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois;

9:56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.

9:57 Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas.

9:58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

9:59 Y dijo a otro: Sígueme. El le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre.

9:60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios.

9:61 Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa.

9:62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.

  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS, Capitulo 16
16:1 Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar.


16:2 Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai.

16:3 Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido.

16:4 Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.

16:5 Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo.

16:6 Y respondió Abram a Sarai: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.

16:7 Y la halló el ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur.

16:8 Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora.

16:9 Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano.

16:10 Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud.

16:11 Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción.

16:12 Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.

16:13 Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?

16:14 Por lo cual llamó al pozo: Pozo del Viviente-que-me-ve. He aquí está entre Cades y Bered.

16:15 Y Agar dio a luz un hijo a Abram, y llamó Abram el nombre del hijo que le dio Agar, Ismael.


16:16 Era Abram de edad de ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael.



  • TERCERA LECTURA: SALMOS , Capitulo 9
9:1 Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón;


Contaré todas tus maravillas.

9:2 Me alegraré y me regocijaré en ti;

Cantaré a tu nombre, oh Altísimo.

9:3 Mis enemigos volvieron atrás;


Cayeron y perecieron delante de ti.


9:4 Porque has mantenido mi derecho y mi causa;


Te has sentado en el trono juzgando con justicia.

9:5 Reprendiste a las naciones, destruiste al malo,

Borraste el nombre de ellos eternamente y para siempre.

9:6 Los enemigos han perecido; han quedado desolados para siempre;

Y las ciudades que derribaste,

Su memoria pereció con ellas.

9:7 Pero Jehová permanecerá para siempre;

Ha dispuesto su trono para juicio.

9:8 El juzgará al mundo con justicia,

Y a los pueblos con rectitud.

9:9 Jehová será refugio del pobre,

Refugio para el tiempo de angustia.

9:10 En ti confiarán los que conocen tu nombre,

Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron.

9:11 Cantad a Jehová, que habita en Sion;

Publicad entre los pueblos sus obras.

9:12 Porque el que demanda la sangre se acordó de ellos;

No se olvidó del clamor de los afligidos.

9:13 Ten misericordia de mí, Jehová;

Mira mi aflicción que padezco a causa de los que me aborrecen,

Tú que me levantas de las puertas de la muerte,

9:14 Para que cuente yo todas tus alabanzas

En las puertas de la hija de Sion,

Y me goce en tu salvación.

9:15 Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron;

En la red que escondieron fue tomado su pie.

9:16 Jehová se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó;

En la obra de sus manos fue enlazado el malo. Higaion. Selah

9:17 Los malos serán trasladados al Seol,

Todas las gentes que se olvidan de Dios.

9:18 Porque no para siempre será olvidado el menesteroso,

Ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.

9:19 Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre;

Sean juzgadas las naciones delante de ti.

9:20 Pon, oh Jehová, temor en ellos;


Conozcan las naciones que no son sino hombres. Selah

DÍA 8 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS Capitulo 9, versiculos 1 al 27
9:1 Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades.


9:2 Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos.

9:3 Y les dijo:No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas.

9:4 Y en cualquier casa donde entréis, quedad allí, y de allí salid.

9:5 Y dondequiera que no os recibieren, salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos.

9:6 Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes.

9:7 Herodes el tetrarca oyó de todas las cosas que hacía Jesús; y estaba perplejo, porque decían algunos: Juan ha resucitado de los muertos;

9:8 otros: Elías ha aparecido; y otros: Algún profeta de los antiguos ha resucitado.

9:9 Y dijo Herodes: A Juan yo le hice decapitar; ¿quién, pues, es éste, de quien oigo tales cosas? Y procuraba verle.

9:10 Vueltos los apóstoles, le contaron todo lo que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte, a un lugar desierto de la ciudad llamada Betsaida.

9:11 Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados.

9:12 Pero el día comenzaba a declinar; y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y campos de alrededor, y se alojen y encuentren alimentos; porque aquí estamos en lugar desierto.

9:13 El les dijo: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta multitud.

9:14 Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos: Hacedlos sentar en grupos, de cincuenta en cincuenta.

9:15 Así lo hicieron, haciéndolos sentar a todos.

9:16 Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente.

9:17 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos.

9:18 Aconteció que mientras Jesús oraba aparte, estaban con él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo?

9:19 Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado.

9:20 El les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Pedro, dijo: El Cristo de Dios.

9:21 Pero él les mandó que a nadie dijesen esto, encargándoselo rigurosamente,

9:22 y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.

9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.

9:24 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará.

9:25 Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?

9:26 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles.

9:27 Pero os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.

  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS CAPITULO 15
15:1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.


15:2 Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?

15:3 Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.

15:4 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.

15:5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.

15:6 Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.

15:7 Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra.

15:8 Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar?

15:9 Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino.

15:10 Y tomó él todo esto, y los partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de la otra; mas no partió las aves.

15:11 Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba.

15:12 Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.

15:13 Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años.

15:14 Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.

15:15 Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.

15:16 Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí.

15:17 Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos.

15:18 En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates;

15:19 la tierra de los ceneos, los cenezeos, los admoneos,

15:20 los heteos, los ferezeos, los refaítas,

15:21 los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.



  • TERCERA LECTURA: SALMOS CAPITULO 8

8:1 ¡Oh Jehová, Señor nuestro,


Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!

Has puesto tu gloria sobre los cielos;

8:2 De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza,


A causa de tus enemigos,


Para hacer callar al enemigo y al vengativo.

8:3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,

La luna y las estrellas que tú formaste,

8:4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,

Y el hijo del hombre, para que lo visites?

8:5 Le has hecho poco menor que los ángeles,

Y lo coronaste de gloria y de honra.

8:6 Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;

Todo lo pusiste debajo de sus pies:

8:7 Ovejas y bueyes, todo ello,

Y asimismo las bestias del campo,

8:8 Las aves de los cielos y los peces del mar;

Todo cuanto pasa por los senderos del mar.

8:9 ¡Oh Jehová, Señor nuestro,

Cuán grande es tu nombre en toda la tierra

DÍA 7 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS Capitulo 8, Versiculos 26 al 56

8:26 Y arribaron a la tierra de los gadarenos, que está en la ribera opuesta a Galilea.



8:27 Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros.


8:28 Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.


8:29 (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos.)


8:30 Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él.


8:31 Y le rogaban que no los mandase ir al abismo.


8:32 Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso.


8:33 Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago, y se ahogó.


8:34 Y los que apacentaban los cerdos, cuando vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por los campos.


8:35 Y salieron a ver lo que había sucedido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su cabal juicio; y tuvieron miedo.


8:36 Y los que lo habían visto, les contaron cómo había sido salvado el endemoniado.


8:37 Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió.


8:38 Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él; pero Jesús le despidió, diciendo:


8:39 Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.


8:40 Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban.


8:41 Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa;


8:42 porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía.


8:43 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,


8:44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.


8:45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?


8:46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.


8:47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.


8:48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.


8:49 Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.


8:50 Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva.


8:51 Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre y a la madre de la niña.


8:52 Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme.


8:53 Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta.


8:54 Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate.


8:55 Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer.


8:56 Y sus padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que a nadie dijesen lo que había sucedido.
 
  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS, Capitulos 13 & 14

Capítulo 13


13:1 Subió, pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, él y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lot.

13:2 Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro.

13:3 Y volvió por sus jornadas desde el Neguev hacia Bet-el, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Bet-el y Hai,

13:4 al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre de Jehová.

13:5 También Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas.

13:6 Y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar.

13:7 Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.

13:8 Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.

13:9 ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.

13:10 Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra.

13:11 Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.

13:12 Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma.

13:13 Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera.

13:14 Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente.

13:15 Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.

13:16 Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.

13:17 Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.

13:18 Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí altar a Jehová.




Capítulo 14


14:1 Aconteció en los días de Amrafel rey de Sinar, Arioc rey de Elasar, Quedorlaomer rey de Elam, y Tidal rey de Goim,

14:2 que éstos hicieron guerra contra Bera rey de Sodoma, contra Birsa rey de Gomorra, contra Sinab rey de Adma, contra Semeber rey de Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar.

14:3 Todos éstos se juntaron en el valle de Sidim, que es el Mar Salado.

14:4 Doce años habían servido a Quedorlaomer, y en el decimotercero se rebelaron.

14:5 Y en el año decimocuarto vino Quedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los refaítas en Astarot Karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim,

14:6 y a los horeos en el monte de Seir, hasta la llanura de Parán, que está junto al desierto.

14:7 Y volvieron y vinieron a En-mispat, que es Cades, y devastaron todo el país de los amalecitas, y también al amorreo que habitaba en Hazezontamar.

14:8 Y salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim;

14:9 esto es, contra Quedorlaomer rey de Elam, Tidal rey de Goim, Amrafel rey de Sinar, y Arioc rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco.

14:10 Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al monte.

14:11 Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron.

14:12 Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron.

14:13 Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Abram.

14:14 Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.

14:15 Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco.

14:16 Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente.

14:17 Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey.

14:18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;

14:19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra;

14:20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.

14:21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes.

14:22 Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra,

14:23 que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram;

14:24 excepto solamente lo que comieron los jóvenes, y la parte de los varones que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamre, los cuales tomarán su parte.


  • TERCERA LECTURA: SALMOS, Capitulo 7

7:1 Jehová Dios mío, en ti he confiado;


Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame,

7:2 No sea que desgarren mi alma cual león,

Y me destrocen sin que haya quien me libre.

7:3 Jehová Dios mío, si yo he hecho esto,

Si hay en mis manos iniquidad;

7:4 Si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo

(Antes he libertado al que sin causa era mi enemigo),

7:5 Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela;

Huelle en tierra mi vida,

Y mi honra ponga en el polvo. Selah

7:6 Levántate, oh Jehová, en tu ira;

Alzate en contra de la furia de mis angustiadores,

Y despierta en favor mío el juicio que mandaste.

7:7 Te rodeará congregación de pueblos,

Y sobre ella vuélvete a sentar en alto.

7:8 Jehová juzgará a los pueblos;

Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia,

Y conforme a mi integridad.

7:9 Fenezca ahora la maldad de los inicuos, mas establece tú al justo;

Porque el Dios justo prueba la mente y el corazón.

7:10 Mi escudo está en Dios,

Que salva a los rectos de corazón.

7:11 Dios es juez justo,

Y Dios está airado contra el impío todos los días.

7:12 Si no se arrepiente, él afilará su espada;

Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.

7:13 Asimismo ha preparado armas de muerte,

Y ha labrado saetas ardientes.

7:14 He aquí, el impío concibió maldad,

Se preñó de iniquidad,

Y dio a luz engaño.

7:15 Pozo ha cavado, y lo ha ahondado;

Y en el hoyo que hizo caerá.

7:16 Su iniquidad volverá sobre su cabeza,

Y su agravio caerá sobre su propia coronilla.

7:17 Alabaré a Jehová conforme a su justicia,

Y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo.