CUMPLIENDO PROMESAS

Este es un blog, que duraras todo un año, en el cual podras leer la biblia en solo UN AÑO!!!

sábado, 9 de enero de 2010

DÍA 9 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS Capitulo 9, Versiculos 28 al 62
9:28 Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.


9:29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente.

9:30 Y he aquí dos varones que hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías;

9:31 quienes aparecieron rodeados de gloria, y hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén.

9:32 Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de Jesús, y a los dos varones que estaban con él.

9:33 Y sucedió que apartándose ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías; no sabiendo lo que decía.

9:34 Mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube.

9:35 Y vino una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd.

9:36 Y cuando cesó la voz, Jesús fue hallado solo; y ellos callaron, y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto.

9:37 Al día siguiente, cuando descendieron del monte, una gran multitud les salió al encuentro.

9:38 Y he aquí, un hombre de la multitud clamó diciendo: Maestro, te ruego que veas a mi hijo, pues es el único que tengo;

9:39 y sucede que un espíritu le toma, y de repente da voces, y le sacude con violencia, y le hace echar espuma, y estropeándole, a duras penas se aparta de él.

9:40 Y rogué a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron.

9:41 Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar? Trae acá a tu hijo.

9:42 Y mientras se acercaba el muchacho, el demonio le derribó y le sacudió con violencia; pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo devolvió a su padre.

9:43 Y todos se admiraban de la grandeza de Dios.

Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos:

9:44 Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres.

9:45 Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle sobre esas palabras.

9:46 Entonces entraron en discusión sobre quién de ellos sería el mayor.

9:47 Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño y lo puso junto a sí,

9:48 y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande.


9:49 Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros.


9:50 Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.

9:51 Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén.

9:52 Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos.

9:53 Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén.

9:54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?

9:55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois;

9:56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.

9:57 Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas.

9:58 Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

9:59 Y dijo a otro: Sígueme. El le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre.

9:60 Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios.

9:61 Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa.

9:62 Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.

  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS, Capitulo 16
16:1 Sarai mujer de Abram no le daba hijos; y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar.


16:2 Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai.

16:3 Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido.

16:4 Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.

16:5 Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo.

16:6 Y respondió Abram a Sarai: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.

16:7 Y la halló el ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur.

16:8 Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora.

16:9 Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano.

16:10 Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud.

16:11 Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción.

16:12 Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.

16:13 Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?

16:14 Por lo cual llamó al pozo: Pozo del Viviente-que-me-ve. He aquí está entre Cades y Bered.

16:15 Y Agar dio a luz un hijo a Abram, y llamó Abram el nombre del hijo que le dio Agar, Ismael.


16:16 Era Abram de edad de ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael.



  • TERCERA LECTURA: SALMOS , Capitulo 9
9:1 Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón;


Contaré todas tus maravillas.

9:2 Me alegraré y me regocijaré en ti;

Cantaré a tu nombre, oh Altísimo.

9:3 Mis enemigos volvieron atrás;


Cayeron y perecieron delante de ti.


9:4 Porque has mantenido mi derecho y mi causa;


Te has sentado en el trono juzgando con justicia.

9:5 Reprendiste a las naciones, destruiste al malo,

Borraste el nombre de ellos eternamente y para siempre.

9:6 Los enemigos han perecido; han quedado desolados para siempre;

Y las ciudades que derribaste,

Su memoria pereció con ellas.

9:7 Pero Jehová permanecerá para siempre;

Ha dispuesto su trono para juicio.

9:8 El juzgará al mundo con justicia,

Y a los pueblos con rectitud.

9:9 Jehová será refugio del pobre,

Refugio para el tiempo de angustia.

9:10 En ti confiarán los que conocen tu nombre,

Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron.

9:11 Cantad a Jehová, que habita en Sion;

Publicad entre los pueblos sus obras.

9:12 Porque el que demanda la sangre se acordó de ellos;

No se olvidó del clamor de los afligidos.

9:13 Ten misericordia de mí, Jehová;

Mira mi aflicción que padezco a causa de los que me aborrecen,

Tú que me levantas de las puertas de la muerte,

9:14 Para que cuente yo todas tus alabanzas

En las puertas de la hija de Sion,

Y me goce en tu salvación.

9:15 Se hundieron las naciones en el hoyo que hicieron;

En la red que escondieron fue tomado su pie.

9:16 Jehová se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó;

En la obra de sus manos fue enlazado el malo. Higaion. Selah

9:17 Los malos serán trasladados al Seol,

Todas las gentes que se olvidan de Dios.

9:18 Porque no para siempre será olvidado el menesteroso,

Ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.

9:19 Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre;

Sean juzgadas las naciones delante de ti.

9:20 Pon, oh Jehová, temor en ellos;


Conozcan las naciones que no son sino hombres. Selah

DÍA 8 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS Capitulo 9, versiculos 1 al 27
9:1 Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades.


9:2 Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos.

9:3 Y les dijo:No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas.

9:4 Y en cualquier casa donde entréis, quedad allí, y de allí salid.

9:5 Y dondequiera que no os recibieren, salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos.

9:6 Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes.

9:7 Herodes el tetrarca oyó de todas las cosas que hacía Jesús; y estaba perplejo, porque decían algunos: Juan ha resucitado de los muertos;

9:8 otros: Elías ha aparecido; y otros: Algún profeta de los antiguos ha resucitado.

9:9 Y dijo Herodes: A Juan yo le hice decapitar; ¿quién, pues, es éste, de quien oigo tales cosas? Y procuraba verle.

9:10 Vueltos los apóstoles, le contaron todo lo que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte, a un lugar desierto de la ciudad llamada Betsaida.

9:11 Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados.

9:12 Pero el día comenzaba a declinar; y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y campos de alrededor, y se alojen y encuentren alimentos; porque aquí estamos en lugar desierto.

9:13 El les dijo: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta multitud.

9:14 Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos: Hacedlos sentar en grupos, de cincuenta en cincuenta.

9:15 Así lo hicieron, haciéndolos sentar a todos.

9:16 Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente.

9:17 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos.

9:18 Aconteció que mientras Jesús oraba aparte, estaban con él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo?

9:19 Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado.

9:20 El les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Pedro, dijo: El Cristo de Dios.

9:21 Pero él les mandó que a nadie dijesen esto, encargándoselo rigurosamente,

9:22 y diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.

9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.

9:24 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará.

9:25 Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?

9:26 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles.

9:27 Pero os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.

  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS CAPITULO 15
15:1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.


15:2 Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?

15:3 Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.

15:4 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará.

15:5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.

15:6 Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.

15:7 Y le dijo: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra.

15:8 Y él respondió: Señor Jehová, ¿en qué conoceré que la he de heredar?

15:9 Y le dijo: Tráeme una becerra de tres años, y una cabra de tres años, y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino.

15:10 Y tomó él todo esto, y los partió por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de la otra; mas no partió las aves.

15:11 Y descendían aves de rapiña sobre los cuerpos muertos, y Abram las ahuyentaba.

15:12 Mas a la caída del sol sobrecogió el sueño a Abram, y he aquí que el temor de una grande oscuridad cayó sobre él.

15:13 Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años.

15:14 Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.

15:15 Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.

15:16 Y en la cuarta generación volverán acá; porque aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí.

15:17 Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos.

15:18 En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates;

15:19 la tierra de los ceneos, los cenezeos, los admoneos,

15:20 los heteos, los ferezeos, los refaítas,

15:21 los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.



  • TERCERA LECTURA: SALMOS CAPITULO 8

8:1 ¡Oh Jehová, Señor nuestro,


Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!

Has puesto tu gloria sobre los cielos;

8:2 De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza,


A causa de tus enemigos,


Para hacer callar al enemigo y al vengativo.

8:3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,

La luna y las estrellas que tú formaste,

8:4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,

Y el hijo del hombre, para que lo visites?

8:5 Le has hecho poco menor que los ángeles,

Y lo coronaste de gloria y de honra.

8:6 Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;

Todo lo pusiste debajo de sus pies:

8:7 Ovejas y bueyes, todo ello,

Y asimismo las bestias del campo,

8:8 Las aves de los cielos y los peces del mar;

Todo cuanto pasa por los senderos del mar.

8:9 ¡Oh Jehová, Señor nuestro,

Cuán grande es tu nombre en toda la tierra

DÍA 7 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS Capitulo 8, Versiculos 26 al 56

8:26 Y arribaron a la tierra de los gadarenos, que está en la ribera opuesta a Galilea.



8:27 Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros.


8:28 Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.


8:29 (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos.)


8:30 Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él.


8:31 Y le rogaban que no los mandase ir al abismo.


8:32 Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso.


8:33 Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago, y se ahogó.


8:34 Y los que apacentaban los cerdos, cuando vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por los campos.


8:35 Y salieron a ver lo que había sucedido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su cabal juicio; y tuvieron miedo.


8:36 Y los que lo habían visto, les contaron cómo había sido salvado el endemoniado.


8:37 Entonces toda la multitud de la región alrededor de los gadarenos le rogó que se marchase de ellos, pues tenían gran temor. Y Jesús, entrando en la barca, se volvió.


8:38 Y el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le dejase estar con él; pero Jesús le despidió, diciendo:


8:39 Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.


8:40 Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban.


8:41 Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa;


8:42 porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía.


8:43 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,


8:44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.


8:45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?


8:46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.


8:47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.


8:48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.


8:49 Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.


8:50 Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva.


8:51 Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre y a la madre de la niña.


8:52 Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme.


8:53 Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta.


8:54 Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate.


8:55 Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer.


8:56 Y sus padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que a nadie dijesen lo que había sucedido.
 
  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS, Capitulos 13 & 14

Capítulo 13


13:1 Subió, pues, Abram de Egipto hacia el Neguev, él y su mujer, con todo lo que tenía, y con él Lot.

13:2 Y Abram era riquísimo en ganado, en plata y en oro.

13:3 Y volvió por sus jornadas desde el Neguev hacia Bet-el, hasta el lugar donde había estado antes su tienda entre Bet-el y Hai,

13:4 al lugar del altar que había hecho allí antes; e invocó allí Abram el nombre de Jehová.

13:5 También Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, vacas y tiendas.

13:6 Y la tierra no era suficiente para que habitasen juntos, pues sus posesiones eran muchas, y no podían morar en un mismo lugar.

13:7 Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra.

13:8 Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos.

13:9 ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.

13:10 Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra.

13:11 Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.

13:12 Abram acampó en la tierra de Canaán, en tanto que Lot habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma.

13:13 Mas los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera.

13:14 Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente.

13:15 Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.

13:16 Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.

13:17 Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.

13:18 Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, y edificó allí altar a Jehová.




Capítulo 14


14:1 Aconteció en los días de Amrafel rey de Sinar, Arioc rey de Elasar, Quedorlaomer rey de Elam, y Tidal rey de Goim,

14:2 que éstos hicieron guerra contra Bera rey de Sodoma, contra Birsa rey de Gomorra, contra Sinab rey de Adma, contra Semeber rey de Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar.

14:3 Todos éstos se juntaron en el valle de Sidim, que es el Mar Salado.

14:4 Doce años habían servido a Quedorlaomer, y en el decimotercero se rebelaron.

14:5 Y en el año decimocuarto vino Quedorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron a los refaítas en Astarot Karnaim, a los zuzitas en Ham, a los emitas en Save-quiriataim,

14:6 y a los horeos en el monte de Seir, hasta la llanura de Parán, que está junto al desierto.

14:7 Y volvieron y vinieron a En-mispat, que es Cades, y devastaron todo el país de los amalecitas, y también al amorreo que habitaba en Hazezontamar.

14:8 Y salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim;

14:9 esto es, contra Quedorlaomer rey de Elam, Tidal rey de Goim, Amrafel rey de Sinar, y Arioc rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco.

14:10 Y el valle de Sidim estaba lleno de pozos de asfalto; y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al monte.

14:11 Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron.

14:12 Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron.

14:13 Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Abram el hebreo, que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Abram.

14:14 Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.

14:15 Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco.

14:16 Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente.

14:17 Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey.

14:18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino;

14:19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra;

14:20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.

14:21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes.

14:22 Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra,

14:23 que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram;

14:24 excepto solamente lo que comieron los jóvenes, y la parte de los varones que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamre, los cuales tomarán su parte.


  • TERCERA LECTURA: SALMOS, Capitulo 7

7:1 Jehová Dios mío, en ti he confiado;


Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame,

7:2 No sea que desgarren mi alma cual león,

Y me destrocen sin que haya quien me libre.

7:3 Jehová Dios mío, si yo he hecho esto,

Si hay en mis manos iniquidad;

7:4 Si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo

(Antes he libertado al que sin causa era mi enemigo),

7:5 Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela;

Huelle en tierra mi vida,

Y mi honra ponga en el polvo. Selah

7:6 Levántate, oh Jehová, en tu ira;

Alzate en contra de la furia de mis angustiadores,

Y despierta en favor mío el juicio que mandaste.

7:7 Te rodeará congregación de pueblos,

Y sobre ella vuélvete a sentar en alto.

7:8 Jehová juzgará a los pueblos;

Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia,

Y conforme a mi integridad.

7:9 Fenezca ahora la maldad de los inicuos, mas establece tú al justo;

Porque el Dios justo prueba la mente y el corazón.

7:10 Mi escudo está en Dios,

Que salva a los rectos de corazón.

7:11 Dios es juez justo,

Y Dios está airado contra el impío todos los días.

7:12 Si no se arrepiente, él afilará su espada;

Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.

7:13 Asimismo ha preparado armas de muerte,

Y ha labrado saetas ardientes.

7:14 He aquí, el impío concibió maldad,

Se preñó de iniquidad,

Y dio a luz engaño.

7:15 Pozo ha cavado, y lo ha ahondado;

Y en el hoyo que hizo caerá.

7:16 Su iniquidad volverá sobre su cabeza,

Y su agravio caerá sobre su propia coronilla.

7:17 Alabaré a Jehová conforme a su justicia,

Y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo.

miércoles, 6 de enero de 2010

DÍA 6 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS, Capitulo 8 , Versiculos 1 al 25
8:1 Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él,


8:2 y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios,

8:3 Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.

8:4 Juntándose una gran multitud, y los que de cada ciudad venían a él, les dijo por parábola:

8:5 El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron.

8:6 Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad.

8:7 Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron.

8:8 Y otra parte cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno. Hablando estas cosas, decía a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga.

8:9 Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola?

8:10 Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.

8:11 Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.

8:12 Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.

8:13 Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.

8:14 La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.

8:15 Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.

8:16 Nadie que enciende una luz la cubre con una vasija, ni la pone debajo de la cama, sino que la pone en un candelero para que los que entran vean la luz.


8:17 Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.


8:18 Mirad, pues, cómo oís; porque a todo el que tiene, se le dará; y a todo el que no tiene, aun lo que piensa tener se le quitará.

8:19 Entonces su madre y sus hermanos vinieron a él; pero no podían llegar hasta él por causa de la multitud.

8:20 Y se le avisó, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte.

8:21 El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen.

8:22 Aconteció un día, que entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron.

8:23 Pero mientras navegaban, él se durmió. Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago; y se anegaban y peligraban.

8:24 Y vinieron a él y le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza.

8:25 Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?


  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS, Capitulo 12
12:1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.

12:2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.


12:3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

12:4 Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán.

12:5 Tomó, pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron.

12:6 Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el encino de More; y el cananeo estaba entonces en la tierra.

12:7 Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había aparecido.

12:8 Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y plantó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí altar a Jehová, e invocó el nombre de Jehová.

12:9 Y Abram partió de allí, caminando y yendo hacia el Neguev.

12:10 Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra.

12:11 Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto;

12:12 y cuando te vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida.

12:13 Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti.

12:14 Y aconteció que cuando entró Abram en Egipto, los egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran manera.

12:15 También la vieron los príncipes de Faraón, y la alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de Faraón.

12:16 E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos.

12:17 Mas Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram.

12:18 Entonces Faraón llamó a Abram, y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?

12:19 ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer? Ahora, pues, he aquí tu mujer; tómala, y vete.

12:20 Entonces Faraón dio orden a su gente acerca de Abram; y le acompañaron, y a su mujer, con todo lo que tenía.





  • TERCERA LECTURA: SALMOS, Capitulo 6

6:1 Jehová, no me reprendas en tu enojo,


Ni me castigues con tu ira.

6:2 Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo;

Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.

6:3 Mi alma también está muy turbada;

Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?

6:4 Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma;

Sálvame por tu misericordia.

6:5 Porque en la muerte no hay memoria de ti;

En el Seol, ¿quién te alabará?

6:6 Me he consumido a fuerza de gemir;

Todas las noches inundo de llanto mi lecho,

Riego mi cama con mis lágrimas.

6:7 Mis ojos están gastados de sufrir;

Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.

6:8 Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad;

Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.

6:9 Jehová ha oído mi ruego;


Ha recibido Jehová mi oración.


6:10 Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos;


Se volverán y serán avergonzados de repente.








martes, 5 de enero de 2010

DÍA 5 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS , Capitulo 7, Versiculo 18 al 50
7:18 Los discípulos de Juan le dieron las nuevas de todas estas cosas. Y llamó Juan a dos de sus discípulos,


7:19 y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?

7:20 Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?

7:21 En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista.

7:22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;

7:23 y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.

7:24 Cuando se fueron los mensajeros de Juan, comenzó a decir de Juan a la gente: ta¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?

7:25 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que tienen vestidura preciosa y viven en deleites, en los palacios de los reyes están.

7:26 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta.

7:27 Este es de quien está escrito:

He aquí, envío mi mensajero delante de tu faz,

El cual preparará tu camino delante de ti.

7:28 Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él.

7:29 Y todo el pueblo y los publicanos, cuando lo oyeron, justificaron a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan.

7:30 Mas los fariseos y los intérpretes de la ley desecharon los designios de Dios respecto de sí mismos, no siendo bautizados por Juan.

7:31 Y dijo el Señor: ¿A qué, pues, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes?

7:32 Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, que dan voces unos a otros y dicen: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no llorasteis.

7:33 Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y decís: Demonio tiene.

7:34 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: Este es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores.

7:35 Mas la sabiduría es justificada por todos sus hijos.

7:36 Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa.

7:37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;

7:38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.

7:39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora.

7:40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo:Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.

7:41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta;

7:42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más?

7:43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado.

7:44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos.

7:45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.

7:46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies.

7:47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.

7:48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.

7:49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados?

7:50 Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vé en paz.


  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS, Capitulo 11
11:1 Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras.


11:2 Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron una llanura en la tierra de Sinar, y se estabecieron allí.

11:3 Y se dijeron unos a otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.

11:4 Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.

11:5 Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres.

11:6 Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer.

11:7 Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.

11:8 Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad.

11:9 Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.

11:10 Estas son las generaciones de Sem: Sem, de edad de cien años, engendró a Arfaxad, dos años después del diluvio.

11:11 Y vivió Sem, después que engendró a Arfaxad, quinientos años, y engendró hijos e hijas.

11:12 Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.

11:13 Y vivió Arfaxad, después que engendró a Sala, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.

11:14 Sala vivió treinta años, y engendró a Heber.

11:15 Y vivió Sala, después que engendró a Heber, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas.

11:16 Heber vivió treinta y cuatro años, y engendró a Peleg.

11:17 Y vivió Heber, después que engendró a Peleg, cuatrocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.

11:18 Peleg vivió treinta años, y engendró a Reu.

11:19 Y vivió Peleg, después que engendró a Reu, doscientos nueve años, y engendró hijos e hijas.

11:20 Reu vivió treinta y dos años, y engendró a Serug.

11:21 Y vivió Reu, después que engendró a Serug, doscientos siete años, y engendró hijos e hijas.

11:22 Serug vivió treinta años, y engendró a Nacor.

11:23 Y vivió Serug, después que engendró a Nacor, doscientos años, y engendró hijos e hijas.

11:24 Nacor vivió veintinueve años, y engendró a Taré.

11:25 Y vivió Nacor, después que engendró a Taré, ciento diecinueve años, y engendró hijos e hijas.

11:26 Taré vivió setenta años, y engendró a Abram, a Nacor y a Harán.

11:27 Estas son las generaciones de Taré: Taré engendró a Abram, a Nacor y a Harán; y Harán engendró a Lot.

11:28 Y murió Harán antes que su padre Taré en la tierra de su nacimiento, en Ur de los caldeos.

11:29 Y tomaron Abram y Nacor para sí mujeres; el nombre de la mujer de Abram era Sarai, y el nombre de la mujer de Nacor, Milca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca.

11:30 Mas Sarai era estéril, y no tenía hijo.

11:31 Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo, y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se quedaron allí.

11:32 Y fueron los días de Taré doscientos cinco años; y murió Taré en Harán.


  • TERCERA LECTURA: SALMOS, Capitulo 5
5:1 Escucha, oh Jehová, mis palabras;


Considera mi gemir.

5:2 Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío,

Porque a ti oraré.

5:3 Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;

De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.

5:4 Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad;

El malo no habitará junto a ti.

5:5 Los insensatos no estarán delante de tus ojos;

Aborreces a todos los que hacen iniquidad.

5:6 Destruirás a los que hablan mentira;

Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.

5:7 Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa;

Adoraré hacia tu santo templo en tu temor.

5:8 Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos;

Endereza delante de mí tu camino.

5:9 Porque en la boca de ellos no hay sinceridad;

Sus entrañas son maldad,

Sepulcro abierto es su garganta,

Con su lengua hablan lisonjas.

5:10 Castígalos, oh Dios;

Caigan por sus mismos consejos;

Por la multitud de sus transgresiones échalos fuera,

Porque se rebelaron contra ti.

5:11 Pero alégrense todos los que en ti confían;

Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes;

En ti se regocijen los que aman tu nombre.

5:12 Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo;

Como con un escudo lo rodearás de tu favor.

domingo, 3 de enero de 2010

DÍA 4 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA:  LUCAS, Capitulo 1, Versiculos del 1 al 17

7:1 Después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que le oía, entró en Capernaum.


7:2 Y el siervo de un centurión, a quien éste quería mucho, estaba enfermo y a punto de morir.

7:3 Cuando el centurión oyó hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese y sanase a su siervo.

7:4 Y ellos vinieron a Jesús y le rogaron con solicitud, diciéndole: Es digno de que le concedas esto;

7:5 porque ama a nuestra nación, y nos edificó una sinagoga.

7:6 Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a él unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo;

7:7 por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero di la palabra, y mi siervo será sano.

7:8 Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.

7:9 Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.

7:10 Y al regresar a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo.

7:11 Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud.

7:12 Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad.

7:13 Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.

7:14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate.

7:15 Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre.

7:16 Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo.

7:17 Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor.


  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS, Capitulos 8 al 10
Capítulo 8

 
8:1 Y se acordó Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias que estaban con él en el arca; e hizo pasar Dios un viento sobre la tierra, y disminuyeron las aguas.

8:2 Y se cerraron las fuentes del abismo y las cataratas de los cielos; y la lluvia de los cielos fue detenida.

8:3 Y las aguas decrecían gradualmente de sobre la tierra; y se retiraron las aguas al cabo de ciento cincuenta días.

8:4 Y reposó el arca en el mes séptimo, a los diecisiete días del mes, sobre los montes de Ararat.

8:5 Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo; en el décimo, al primero del mes, se descubrieron las cimas de los montes.

8:6 Sucedió que al cabo de cuarenta días abrió Noé la ventana del arca que había hecho,

8:7 y envió un cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra.

8:8 Envió también de sí una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra.

8:9 Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra. Entonces él extendió su mano, y tomándola, la hizo entrar consigo en el arca.

8:10 Esperó aún otros siete días, y volvió a enviar la paloma fuera del arca.

8:11 Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico; y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra.

8:12 Y esperó aún otros siete días, y envió la paloma, la cual no volvió ya más a él.

8:13 Y sucedió que en el año seiscientos uno de Noé, en el mes primero, el día primero del mes, las aguas se secaron sobre la tierra; y quitó Noé la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba seca.

8:14 Y en el mes segundo, a los veintisiete días del mes, se secó la tierra.

8:15 Entonces habló Dios a Noé, diciendo:

8:16 Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos contigo.

8:17 Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra.

8:18 Entonces salió Noé, y sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos con él.

8:19 Todos los animales, y todo reptil y toda ave, todo lo que se mueve sobre la tierra según sus especies, salieron del arca.

8:20 Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar.

8:21 Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.

8:22 Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.


Capítulo 9


9:1 Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra.

9:2 El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados.

9:3 Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo.

9:4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.

9:5 Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.

9:6 El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.

9:7 Mas vosotros fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella.

9:8 Y habló Dios a Noé y a sus hijos con él, diciendo:

9:9 He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes después de vosotros;

9:10 y con todo ser viviente que está con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que está con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.

9:11 Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra.

9:12 Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por siglos perpetuos:

9:13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra.

9:14 Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes.

9:15 Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne.

9:16 Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra.

9:17 Dijo, pues, Dios a Noé: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra.

9:18 Y los hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Cam y Jafet; y Cam es el padre de Canaán.

9:19 Estos tres son los hijos de Noé, y de ellos fue llena toda la tierra.

9:20 Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña;

9:21 y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda.

9:22 Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que estaban afuera.

9:23 Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre.

9:24 Y despertó Noé de su embriaguez, y supo lo que le había hecho su hijo más joven,

9:25 y dijo:

Maldito sea Canaán;

Siervo de siervos será a sus hermanos.

9:26 Dijo más:

Bendito por Jehová mi Dios sea Sem,

Y sea Canaán su siervo.

9:27 Engrandezca Dios a Jafet,

Y habite en las tiendas de Sem,

Y sea Canaán su siervo.

9:28 Y vivió Noé después del diluvio trescientos cincuenta años.

9:29 Y fueron todos los días de Noé novecientos cincuenta años; y murió.




Capítulo 10

10:1 Estas son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, a quienes nacieron hijos después del diluvio.

10:2 Los hijos de Jafet: Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras.

10:3 Los hijos de Gomer: Askenaz, Rifat y Togarma.

10:4 Los hijos de Javán: Elisa, Tarsis, Quitim y Dodanim.

10:5 De éstos se poblaron las costas, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones.

10:6 Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán.

10:7 Y los hijos de Cus: Seba, Havila, Sabta, Raama y Sabteca. Y los hijos de Raama: Seba y Dedán.

10:8 Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra.

10:9 Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová.

10:10 Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar.

10:11 De esta tierra salió para Asiria, y edificó Nínive, Rehobot, Cala,

10:12 y Resén entre Nínive y Cala, la cual es ciudad grande.

10:13 Mizraim engendró a Ludim, a Anamim, a Lehabim, a Naftuhim,

10:14 a Patrusim, a Casluhim, de donde salieron los filisteos, y a Caftorim.

10:15 Y Canaán engendró a Sidón su primogénito, a Het,

10:16 al jebuseo, al amorreo, al gergeseo,

10:17 al heveo, al araceo, al sineo,

10:18 al arvadeo, al zemareo y al hamateo; y después se dispersaron las familias de los cananeos.

10:19 Y fue el territorio de los cananeos desde Sidón, en dirección a Gerar, hasta Gaza; y en dirección de Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboim, hasta Lasa.

10:20 Estos son los hijos de Cam por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.

10:21 También le nacieron hijos a Sem, padre de todos los hijos de Heber, y hermano mayor de Jafet.

10:22 Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram.

10:23 Y los hijos de Aram: Uz, Hul, Geter y Mas.

10:24 Arfaxad engendró a Sala, y Sala engendró a Heber.

10:25 Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán.

10:26 Y Joctán engendró a Almodad, Selef, Hazar-mavet, Jera,

10:27 Adoram, Uzal, Dicla,

10:28 Obal, Abimael, Seba,

10:29 Ofir, Havila y Jobab; todos estos fueron hijos de Joctán.

10:30 Y la tierra en que habitaron fue desde Mesa en dirección de Sefar, hasta la región montañosa del oriente.

10:31 Estos fueron los hijos de Sem por sus familias, por sus lenguas, en sus tierras, en sus naciones.

10:32 Estas son las familias de los hijos de Noé por sus descendencias, en sus naciones; y de éstos se esparcieron las naciones en la tierra después del diluvio.


  • TERCERA LECTURA: SALMOS, Capitulo 4
4:1 Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia.


Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar;

Ten misericordia de mí, y oye mi oración.

4:2 Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia,

Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Selah

4:3 Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí;

Jehová oirá cuando yo a él clamare.

4:4 Temblad, y no pequéis;

Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah

4:5 Ofreced sacrificios de justicia,

Y confiad en Jehová.

4:6 Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?

Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.

4:7 Tú diste alegría a mi corazón

Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.

4:8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré;

Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.











DIA 3 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS, Capitulo 6, Versiculos 27 al 49

6:27 Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen;


6:28 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.

6:29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues.

6:30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.

6:31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.

6:32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman.

6:33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.

6:34 Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto.

6:35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.

6:36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.

6:37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.

6:38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.

6:39 Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?

6:40 El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro.

6:41 ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?

6:42 ¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano.

6:43 No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto.

6:44 Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas.

6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

6:46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?

6:47 Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante.

6:48 Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.

6:49 Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa.

  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS Capitulo 6 & 7
Capítulo 6

6:1 Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas,

6:2 que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.

6:3 Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.

6:4 Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.

6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.

6:6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.

6:7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.

6:8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.

6:9 Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.

6:10 Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet.

6:11 Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.

6:12 Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.

6:13 Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.

6:14 Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera.

6:15 Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura.

6:16 Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero.

6:17 Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.

6:18 Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo.

6:19 Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.

6:20 De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida.

6:21 Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos.

6:22 Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.


Capítulo 7




7:1 Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.

7:2 De todo animal limpio tomarás siete parejas, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, una pareja, el macho y su hembra.

7:3 También de las aves de los cielos, siete parejas, macho y hembra, para conservar viva la especie sobre la faz de la tierra.

7:4 Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice.

7:5 E hizo Noé conforme a todo lo que le mandó Jehová.

7:6 Era Noé de seiscientos años cuando el diluvio de las aguas vino sobre la tierra.

7:7 Y por causa de las aguas del diluvio entró Noé al arca, y con él sus hijos, su mujer, y las mujeres de sus hijos.

7:8 De los animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de las aves, y de todo lo que se arrastra sobre la tierra,

7:9 de dos en dos entraron con Noé en el arca; macho y hembra, como mandó Dios a Noé.

7:10 Y sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio vinieron sobre la tierra.

7:11 El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo, a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas,

7:12 y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches.

7:13 En este mismo día entraron Noé, y Sem, Cam y Jafet hijos de Noé, la mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos, con él en el arca;

7:14 ellos, y todos los animales silvestres según sus especies, y todos los animales domesticados según sus especies, y todo reptil que se arrastra sobre la tierra según su especie, y toda ave según su especie, y todo pájaro de toda especie.

7:15 Vinieron, pues, con Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había espíritu de vida.

7:16 Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta.

7:17 Y fue el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra.

7:18 Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; y flotaba el arca sobre la superficie de las aguas.

7:19 Y las aguas subieron mucho sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos.

7:20 Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes.

7:21 Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganado y de bestias, y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre.

7:22 Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió.

7:23 Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra, y quedó solamente Noé, y los que con él estaban en el arca.

7:24 Y prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento cincuenta días.




  • TERCERA LECTURA: SALMOS, Capitulo 3

3:1 ¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios!


Muchos son los que se levantan contra mí.

3:2 Muchos son los que dicen de mí:

No hay para él salvación en Dios. Selah

3:3 Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;

Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.

3:4 Con mi voz clamé a Jehová,

Y él me respondió desde su monte santo. Selah

3:5 Yo me acosté y dormí,

Y desperté, porque Jehová me sustentaba.

3:6 No temeré a diez millares de gente,

Que pusieren sitio contra mí.

3:7 Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío;

Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla;

Los dientes de los perversos quebrantaste.

3:8 La salvación es de Jehová;

Sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah

sábado, 2 de enero de 2010

DIA 2 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA : LUCAS Capitulo 6, Versiculos 1 al 26


6:1 Aconteció en un día de reposo, que pasando Jesús por los sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y comían, restregándolas con las manos.






6:2 Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los días de reposo?




6:3 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo hambre él, y los que con él estaban;




6:4 cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, y comió, y dio también a los que estaban con él?




6:5 Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.




6:6 Aconteció también en otro día de reposo, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha.




6:7 Y le acechaban los escribas y los fariseos, para ver si en el día de reposo lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarle.




6:8 Mas él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie.




6:9 Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en día de reposo hacer bien, o hacer mal? ¿salvar la vida, o quitarla?




6:10 Y mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada.




6:11 Y ellos se llenaron de furor, y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús.




6:12 En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.




6:13 Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:




6:14 a Simón, a quien también llamó Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé,




6:15 Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote,




6:16 Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor.




6:17 Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades;




6:18 y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados.




6:19 Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.




6:20 Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.




6:21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.




6:22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.




6:23 Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas.




6:24 Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo.




6:25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis.




6:26 ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos profetas.




 
  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS Capitulos 3, 4 & 5 


Capítulo 3




3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?


3:2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;


3:3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.


3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;


3:5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.


3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.


3:7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.


3:8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.


3:9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?


3:10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.


3:11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?


3:12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.


3:13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.


3:14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.


3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.


3:16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.


3:17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.


3:18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.


3:19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.


3:20 Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.


3:21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.


3:22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.


3:23 Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.


3:24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.






Capítulo 4




4:1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.


4:2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.


4:3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.


4:4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;


4:5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.


4:6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?


4:7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.


4:8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.


4:9 Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?


4:10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.


4:11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.


4:12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra.


4:13 Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado.


4:14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.


4:15 Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara.


4:16 Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén.


4:17 Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc.


4:18 Y a Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael, y Mehujael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec.


4:19 Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila.


4:20 Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados.


4:21 Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta.


4:22 Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naama.


4:23 Y dijo Lamec a sus mujeres:


Ada y Zila, oíd mi voz;


Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho:


Que un varón mataré por mi herida,


Y un joven por mi golpe.


4:24 Si siete veces será vengado Caín,


Lamec en verdad setenta veces siete lo será.


4:25 Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín.


4:26 Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.




Capítulo 5




5:1 Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo.


5:2 Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados.


5:3 Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.


5:4 Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.


5:5 Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió.


5:6 Vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós.


5:7 Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas.


5:8 Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió.


5:9 Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán.


5:10 Y vivió Enós, después que engendró a Cainán, ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas.


5:11 Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años; y murió.


5:12 Vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel.


5:13 Y vivió Cainán, después que engendró a Mahalaleel, ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas.


5:14 Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años; y murió.


5:15 Vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared.


5:16 Y vivió Mahalaleel, después que engendró a Jared, ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.


5:17 Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió.


5:18 Vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc.


5:19 Y vivió Jared, después que engendró a Enoc, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.


5:20 Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió.


5:21 Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén.


5:22 Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas.


5:23 Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años.


5:24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.


5:25 Vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec.


5:26 Y vivió Matusalén, después que engendró a Lamec, setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas.


5:27 Fueron, pues, todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años; y murió.


5:28 Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo;


5:29 y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo.


5:30 Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas.


5:31 Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años; y murió.


5:32 Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet.


  • TERCERA LECTURA: SALMOS , Capitulo 2 



2:1 ¿Por qué se amotinan las gentes,

Y los pueblos piensan cosas vanas?

2:2 Se levantarán los reyes de la tierra,

Y príncipes consultarán unidos

Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:

2:3 Rompamos sus ligaduras,

Y echemos de nosotros sus cuerdas.

2:4 El que mora en los cielos se reirá;

El Señor se burlará de ellos.

2:5 Luego hablará a ellos en su furor,

Y los turbará con su ira.

2:6 Pero yo he puesto mi rey

Sobre Sion, mi santo monte.

2:7 Yo publicaré el decreto;

Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;

Yo te engendré hoy.

2:8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones,

Y como posesión tuya los confines de la tierra.

2:9 Los quebrantarás con vara de hierro;

Como vasija de alfarero los desmenuzarás.

2:10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;

Admitid amonestación, jueces de la tierra.

2:11 Servid a Jehová con temor,

Y alegraos con temblor.

2:12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;

Pues se inflama de pronto su ira.

Bienaventurados todos los que en él confían.