CUMPLIENDO PROMESAS

Este es un blog, que duraras todo un año, en el cual podras leer la biblia en solo UN AÑO!!!

sábado, 2 de enero de 2010

DIA 2 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA : LUCAS Capitulo 6, Versiculos 1 al 26


6:1 Aconteció en un día de reposo, que pasando Jesús por los sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y comían, restregándolas con las manos.






6:2 Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los días de reposo?




6:3 Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo hambre él, y los que con él estaban;




6:4 cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, y comió, y dio también a los que estaban con él?




6:5 Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.




6:6 Aconteció también en otro día de reposo, que él entró en la sinagoga y enseñaba; y estaba allí un hombre que tenía seca la mano derecha.




6:7 Y le acechaban los escribas y los fariseos, para ver si en el día de reposo lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarle.




6:8 Mas él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie.




6:9 Entonces Jesús les dijo: Os preguntaré una cosa: ¿Es lícito en día de reposo hacer bien, o hacer mal? ¿salvar la vida, o quitarla?




6:10 Y mirándolos a todos alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano fue restaurada.




6:11 Y ellos se llenaron de furor, y hablaban entre sí qué podrían hacer contra Jesús.




6:12 En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.




6:13 Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:




6:14 a Simón, a quien también llamó Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo y Juan, Felipe y Bartolomé,




6:15 Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote,




6:16 Judas hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el traidor.




6:17 Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades;




6:18 y los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados.




6:19 Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos.




6:20 Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.




6:21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.




6:22 Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.




6:23 Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas.




6:24 Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo.




6:25 ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados! porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis.




6:26 ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos profetas.




 
  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS Capitulos 3, 4 & 5 


Capítulo 3




3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?


3:2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;


3:3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.


3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;


3:5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.


3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.


3:7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.


3:8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.


3:9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?


3:10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.


3:11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?


3:12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.


3:13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.


3:14 Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.


3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.


3:16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.


3:17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.


3:18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.


3:19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.


3:20 Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.


3:21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.


3:22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.


3:23 Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.


3:24 Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.






Capítulo 4




4:1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.


4:2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.


4:3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.


4:4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;


4:5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.


4:6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?


4:7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.


4:8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.


4:9 Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?


4:10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.


4:11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.


4:12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra.


4:13 Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado.


4:14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.


4:15 Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara.


4:16 Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén.


4:17 Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc.


4:18 Y a Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael, y Mehujael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec.


4:19 Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila.


4:20 Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados.


4:21 Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta.


4:22 Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naama.


4:23 Y dijo Lamec a sus mujeres:


Ada y Zila, oíd mi voz;


Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho:


Que un varón mataré por mi herida,


Y un joven por mi golpe.


4:24 Si siete veces será vengado Caín,


Lamec en verdad setenta veces siete lo será.


4:25 Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín.


4:26 Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.




Capítulo 5




5:1 Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo.


5:2 Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados.


5:3 Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.


5:4 Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.


5:5 Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió.


5:6 Vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós.


5:7 Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas.


5:8 Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió.


5:9 Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán.


5:10 Y vivió Enós, después que engendró a Cainán, ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas.


5:11 Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años; y murió.


5:12 Vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel.


5:13 Y vivió Cainán, después que engendró a Mahalaleel, ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas.


5:14 Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años; y murió.


5:15 Vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared.


5:16 Y vivió Mahalaleel, después que engendró a Jared, ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas.


5:17 Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió.


5:18 Vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc.


5:19 Y vivió Jared, después que engendró a Enoc, ochocientos años, y engendró hijos e hijas.


5:20 Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió.


5:21 Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén.


5:22 Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas.


5:23 Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años.


5:24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.


5:25 Vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec.


5:26 Y vivió Matusalén, después que engendró a Lamec, setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas.


5:27 Fueron, pues, todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años; y murió.


5:28 Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo;


5:29 y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo.


5:30 Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas.


5:31 Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años; y murió.


5:32 Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet.


  • TERCERA LECTURA: SALMOS , Capitulo 2 



2:1 ¿Por qué se amotinan las gentes,

Y los pueblos piensan cosas vanas?

2:2 Se levantarán los reyes de la tierra,

Y príncipes consultarán unidos

Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:

2:3 Rompamos sus ligaduras,

Y echemos de nosotros sus cuerdas.

2:4 El que mora en los cielos se reirá;

El Señor se burlará de ellos.

2:5 Luego hablará a ellos en su furor,

Y los turbará con su ira.

2:6 Pero yo he puesto mi rey

Sobre Sion, mi santo monte.

2:7 Yo publicaré el decreto;

Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;

Yo te engendré hoy.

2:8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones,

Y como posesión tuya los confines de la tierra.

2:9 Los quebrantarás con vara de hierro;

Como vasija de alfarero los desmenuzarás.

2:10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;

Admitid amonestación, jueces de la tierra.

2:11 Servid a Jehová con temor,

Y alegraos con temblor.

2:12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;

Pues se inflama de pronto su ira.

Bienaventurados todos los que en él confían.

1 comentario:

  1. Mis tres favoritas de hoy:

    LUCAS
    6:21 Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.

    GENESIS
    3:22 Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.

    SALMOS
    2:8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones,

    Y como posesión tuya los confines de la tierra.

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