CUMPLIENDO PROMESAS

Este es un blog, que duraras todo un año, en el cual podras leer la biblia en solo UN AÑO!!!

jueves, 14 de enero de 2010

DÍA 19 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS, Capitulo 14, Versiculos 25 al 35

14:25 Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:


14:26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

14:27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.

14:28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?

14:29 No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,

14:30 diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.

14:31 ¿O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?

14:32 Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.

14:33 Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.

14:34 Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará?

14:35 Ni para la tierra ni para el muladar es útil; la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, oiga.

  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS CAPITULO 26
26:1 Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar.


26:2 Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré.

26:3 Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre.

26:4 Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente,

26:5 por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes.

26:6 Habitó, pues, Isaac en Gerar.

26:7 Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto.

26:8 Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca su mujer.

26:9 Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella.

26:10 Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado.

26:11 Entonces Abimelec mandó a todo el pueblo, diciendo: El que tocare a este hombre o a su mujer, de cierto morirá.

26:12 Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová.

26:13 El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy poderoso.

26:14 Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le tuvieron envidia.

26:15 Y todos los pozos que habían abierto los criados de Abraham su padre en sus días, los filisteos los habían cegado y llenado de tierra.

26:16 Entonces dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho.

26:17 E Isaac se fue de allí, y acampó en el valle de Gerar, y habitó allí.

26:18 Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado.

26:19 Pero cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas,

26:20 los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra. Por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él.

26:21 Y abrieron otro pozo, y también riñeron sobre él; y llamó su nombre Sitna.

26:22 Y se apartó de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él; y llamó su nombre Rehobot, y dijo: Porque ahora Jehová nos ha prosperado, y fructificaremos en la tierra.

26:23 Y de allí subió a Beerseba.

26:24 Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y yo bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo.

26:25 Y edificó allí un altar, e invocó el nombre de Jehová, y plantó allí su tienda; y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo.

26:26 Y Abimelec vino a él desde Gerar, y Ahuzat, amigo suyo, y Ficol, capitán de su ejército.

26:27 Y les dijo Isaac: ¿Por qué venís a mí, pues que me habéis aborrecido, y me echasteis de entre vosotros?

26:28 Y ellos respondieron: Hemos visto que Jehová está contigo; y dijimos: Haya ahora juramento entre nosotros, entre tú y nosotros, y haremos pacto cutigo,

26:29 que no nos hagas mal, como nosotros no te hemos tocado, y como solamente te hemos hecho bien, y te enviamos en paz; tú eres ahora bendito de Jehová.

26:30 Entonces él les hizo banquete, y comieron y bebieron.

26:31 Y se levantaron de madrugada, y juraron el uno al otro; e Isaac los despidió, y ellos se despidieron de él en paz.

26:32 En aquel día sucedió que vinieron los criados de Isaac, y le dieron nuevas acerca del pozo que habían abierto, y le dijeron: Hemos hallado agua.

26:33 Y lo llamó Seba; por esta causa el nombre de aquella ciudad es Beerseba hasta este día.

26:34 Y cuando Esaú era de cuarenta años, tomó por mujer a Judit hija de Beeri heteo, y a Basemat hija de Elón heteo;

26:35 y fueron amargura de espíritu para Isaac y para Rebeca.



  • TERCERA LECTURA: SALMO 19

19:1 Los cielos cuentan la gloria de Dios,


Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.

19:2 Un día emite palabra a otro día,

Y una noche a otra noche declara sabiduría.

19:3 No hay lenguaje, ni palabras,

Ni es oída su voz.

19:4 Por toda la tierra salió su voz,

Y hasta el extremo del mundo sus palabras.

En ellos puso tabernáculo para el sol;

19:5 Y éste, como esposo que sale de su tálamo,

Se alegra cual gigante para correr el camino.

19:6 De un extremo de los cielos es su salida,

Y su curso hasta el término de ellos;

Y nada hay que se esconda de su calor.

19:7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;

El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.

19:8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;

El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.

19:9 El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;

Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.

19:10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;


Y dulces más que miel, y que la que destila del panal.

19:11 Tu siervo es además amonestado con ellos;

En guardarlos hay grande galardón.

19:12 ¿Quién podrá entender sus propios errores?

Líbrame de los que me son ocultos.


19:13 Preserva también a tu siervo de las soberbias;


Que no se enseñoreen de mí;


Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.


19:14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,


Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

DÍA 18 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS, Capitulo 14, Versiculos 1 al 24

14:1 Aconteció un día de reposo, que habiendo entrado para comer en casa de un gobernante, que era fariseo, éstos le acechaban.


14:2 Y he aquí estaban delante de él un hombre hidrópico.

14:3 Entonces Jesús habló a los intérpretes de la ley y a los fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?

14:4 Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió.

14:5 Y dirigiéndose a ellos, dijo: ¿Quién de vosotros, si su asno o su buey cae en algún pozo, no lo sacará inmediatamente, aunque sea en día de reposo?

14:6 Y no le podían replicar a estas cosas.

14:7 Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una parábola, diciéndoles:

14:8 Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él,


14:9 y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar.


14:10 Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa.


14:11 Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.


14:12 Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado.


14:13 Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos;


14:14 y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.

14:15 Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios.

14:16 Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.

14:17 Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado.

14:18 Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses.

14:19 Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses.

14:20 Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir.

14:21 Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos.

14:22 Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar.

14:23 Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.

14:24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.

  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS, CAPITULO 25
25:1 Abraham tomó otra mujer, cuyo nombre era Cetura,


25:2 la cual le dio a luz a Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa.

25:3 Y Jocsán engendró a Seba y a Dedán; e hijos de Dedán fueron Asurim, Letusim y Leumim.

25:4 E hijos de Madián: Efa, Efer, Hanoc, Abida y Elda. Todos estos fueron hijos de Cetura.

25:5 Y Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac.

25:6 Pero a los hijos de sus concubinas dio Abraham dones, y los envió lejos de Isaac su hijo, mientras él vivía, hacia el oriente, a la tierra oriental.

25:7 Y estos fueron los días que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años.

25:8 Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años, y fue unido a su pueblo.

25:9 Y lo sepultaron Isaac e Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la heredad de Efrón hijo de Zohar heteo, que está enfrente de Mamre,

25:10 heredad que compró Abraham de los hijos de Het; allí fue sepultado Abraham, y Sara su mujer.

25:11 Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac su hijo; y habitó Isaac junto al pozo del Viviente-que-me- ve.

25:12 Estos son los descendientes de Ismael hijo de Abraham, a quien le dio a luz Agar egipcia, sierva de Sara;

25:13 estos, pues, son los nombres de los hijos de Ismael, nombrados en el orden de su nacimiento: El primogénito de Ismael, Nebaiot; luego Cedar, Adbeel, Mibsam,

25:14 Misma, Duma, Massa,

25:15 Hadar, Tema, Jetur, Nafis y Cedema.

25:16 Estos son los hijos de Ismael, y estos sus nombres, por sus villas y por sus campamentos; doce príncipes por sus familias.

25:17 Y estos fueron los años de la vida de Ismael, ciento treinta y siete años; y exhaló el espíritu Ismael, y murió, y fue unido a su pueblo.

25:18 Y habitaron desde Havila hasta Shur, que está enfrente de Egipto viniendo a Asiria; y murió en presencia de todos sus hermanos.

25:19 Estos son los descendientes de Isaac hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac,

25:20 y era Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel arameo de Padan-aram, hermana de Labán arameo.

25:21 Y oró Isaac a Jehová por su mujer, que era estéril; y lo aceptó Jehová, y concibió Rebeca su mujer.

25:22 Y los hijos luchaban dentro de ella; y dijo: Si es así, ¿para qué vivo yo? Y fue a consultar a Jehová;

25:23 y le respondió Jehová:

Dos naciones hay en tu seno,

Y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas;

El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo,

Y el mayor servirá al menor.

25:24 Cuando se cumplieron sus días para dar a luz, he aquí había gemelos en su vientre.

25:25 Y salió el primero rubio, y era todo velludo como una pelliza; y llamaron su nombre Esaú.


25:26 Después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú; y fue llamado su nombre Jacob. Y era Isaac de edad de sesenta años cuando ella los dio a luz.


25:27 Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas.


25:28 Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob.

25:29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,

25:30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.

25:31 Y Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura.

25:32 Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?

25:33 Y dijo Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.

25:34 Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.



  • TERCERA LECTURA: SALMO 18


18:1 Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.


18:2 Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;

Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;

Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.

18:3 Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,

Y seré salvo de mis enemigos.

18:4 Me rodearon ligaduras de muerte,

Y torrentes de perversidad me atemorizaron.

18:5 Ligaduras del Seol me rodearon,

Me tendieron lazos de muerte.

18:6 En mi angustia invoqué a Jehová,

Y clamé a mi Dios.

El oyó mi voz desde su templo,

Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.

18:7 La tierra fue conmovida y tembló;

Se conmovieron los cimientos de los montes,

Y se estremecieron, porque se indignó él.

18:8 Humo subió de su nariz,

Y de su boca fuego consumidor;

Carbones fueron por él encendidos.

18:9 Inclinó los cielos, y descendió;

Y había densas tinieblas debajo de sus pies.

18:10 Cabalgó sobre un querubín, y voló;

Voló sobre las alas del viento.

18:11 Puso tinieblas por su escondedero, por cortina suya alrededor de sí;

Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.

18:12 Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron;

Granizo y carbones ardientes.

18:13 Tronó en los cielos Jehová,

Y el Altísimo dio su voz;

Granizo y carbones de fuego.

18:14 Envió sus saetas, y los dispersó;

Lanzó relámpagos, y los destruyó.

18:15 Entonces aparecieron los abismos de las aguas,

Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo,

A tu reprensión, oh Jehová,

Por el soplo del aliento de tu nariz.

18:16 Envió desde lo alto; me tomó,

Me sacó de las muchas aguas.

18:17 Me libró de mi poderoso enemigo,

Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo.

18:18 Me asaltaron en el día de mi quebranto,


Mas Jehová fue mi apoyo.


18:19 Me sacó a lugar espacioso;


Me libró, porque se agradó de mí.


18:20 Jehová me ha premiado conforme a mi justicia;


Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.


18:21 Porque yo he guardado los caminos de Jehová,


Y no me aparté impíamente de mi Dios.


18:22 Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí,


Y no me he apartado de sus estatutos.


18:23 Fui recto para con él, y me he guardado de mi maldad,


18:24 Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia;


Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.


18:25 Con el misericordioso te mostrarás misericordioso,


Y recto para con el hombre íntegro.


18:26 Limpio te mostrarás para con el limpio,


Y severo serás para con el perverso.


18:27 Porque tú salvarás al pueblo afligido,


Y humillarás los ojos altivos.


18:28 Tú encenderás mi lámpara;


Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas.


18:29 Contigo desbarataré ejércitos,


Y con mi Dios asaltaré muros.


18:30 En cuanto a Dios, perfecto es su camino,


Y acrisolada la palabra de Jehová;


Escudo es a todos los que en él esperan.


18:31 Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová?


¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?


18:32 Dios es el que me ciñe de poder,


Y quien hace perfecto mi camino;


18:33 Quien hace mis pies como de ciervas,


Y me hace estar firme sobre mis alturas;


18:34 Quien adiestra mis manos para la batalla,


Para entesar con mis brazos el arco de bronce.


18:35 Me diste asimismo el escudo de tu salvación;


Tu diestra me sustentó,


Y tu benignidad me ha engrandecido.


18:36 Ensanchaste mis pasos debajo de mí,


Y mis pies no han resbalado.


18:37 Perseguí a mis enemigos, y los alcancé,


Y no volví hasta acabarlos.


18:38 Los herí de modo que no se levantasen;


Cayeron debajo de mis pies.


18:39 Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea;


Has humillado a mis enemigos debajo de mí.


18:40 Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas,


Para que yo destruya a los que me aborrecen.


18:41 Clamaron, y no hubo quien salvase;


Aun a Jehová, pero no los oyó.


18:42 Y los molí como polvo delante del viento;


Los eché fuera como lodo de las calles.


18:43 Me has librado de las contiendas del pueblo;


Me has hecho cabeza de las naciones;


Pueblo que yo no conocía me sirvió.


18:44 Al oír de mí me obedecieron;


Los hijos de extraños se sometieron a mí.


18:45 Los extraños se debilitaron


Y salieron temblando de sus encierros.

18:46 Viva Jehová, y bendita sea mi roca,

Y enaltecido sea el Dios de mi salvación;

18:47 El Dios que venga mis agravios,

Y somete pueblos debajo de mí;

18:48 El que me libra de mis enemigos,

Y aun me eleva sobre los que se levantan contra mí;

Me libraste de varón violento.

18:49 Por tanto yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová,

Y cantaré a tu nombre.

18:50 Grandes triunfos da a su rey,

Y hace misericordia a su ungido,

A David y a su descendencia, para siempre.

DÍA 17 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS, Capitulo 13, Versiculos 18 al 35

13:18 Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé?


13:19 Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.

13:20 Y volvió a decir: ¿A qué compararé el reino de Dios?

13:21 Es semejante a la levadura, que una mujer tomó y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado.

13:22 Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén.

13:23 Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo:

13:24 Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.

13:25 Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois.

13:26 Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste.

13:27 Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad.

13:28 Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.

13:29 Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.

13:30 Y he aquí hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros.

13:31 Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.

13:32 Y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra.

13:33 Sin embargo, es necesario que hoy y mañana y pasado mañana siga mi camino; porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.

13:34 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!

13:35 He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y os digo que no me veréis, hasta que llegue el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor.

  • SEGUNDA LECTURA:  GENESIS 24
24:1 Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Jehová había bendecido a Abraham en todo.


24:2 Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo,

24:3 y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito;

24:4 sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.

24:5 El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste?

24:6 Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá.

24:7 Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo.

24:8 Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo.

24:9 Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio.

24:10 Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.

24:11 E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las doncellas por agua.

24:12 Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham.

24:13 He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua.

24:14 Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.

24:15 Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca mujer de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro.

24:16 Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.

24:17 Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.

24:18 Ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber.

24:19 Y cuando acabó de darle de beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber.

24:20 Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.

24:21 Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado su viaje, o no.

24:22 Y cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez,

24:23 y dijo: ¿De quién eres hija? Te ruego que me digas: ¿hay en casa de tu padre lugar donde posemos?

24:24 Y ella respondió: Soy hija de Betuel hijo de Milca, el cual ella dio a luz a Nacor.

24:25 Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar.

24:26 El hombre entonces se inclinó, y adoró a Jehová,

24:27 y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi amo.

24:28 Y la doncella corrió, e hizo saber en casa de su madre estas cosas.

24:29 Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera hacia el hombre, a la fuente.

24:30 Y cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: Así me habló aquel hombre, vino a él; y he aquí que estaba con los camellos junto a la fuente.

24:31 Y le dijo: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué estás fuera? He preparado la casa, y el lugar para los camellos.

24:32 Entonces el hombre vino a casa, y Labán desató los camellos; y les dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él, y los pies de los hombres que con él venían.

24:33 Y le pusieron delante qué comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.

24:34 Entonces dijo: Yo soy criado de Abraham.

24:35 Y Jehová ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido; y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.

24:36 Y Sara, mujer de mi amo, dio a luz en su vejez un hijo a mi señor, quien le ha dado a él todo cuanto tiene.

24:37 Y mi amo me hizo jurar, diciendo: No tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, en cuya tierra habito;

24:38 sino que irás a la casa de mi padre y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo.

24:39 Y yo dije: Quizás la mujer no querrá seguirme.

24:40 Entonces él me respondió: Jehová, en cuya presencia he andado, enviará su ángel contigo, y prosperará tu camino; y tomarás para mi hijo mujer de mi familia y de la casa de mi padre.

24:41 Entonces serás libre de mi juramento, cuando hayas llegado a mi familia; y si no te la dieren, serás libre de mi juramento.

24:42 Llegué, pues, hoy a la fuente, y dije: Jehová, Dios de mi señor Abraham, si tú prosperas ahora mi camino por el cual ando,

24:43 he aquí yo estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que saliere por agua, a la cual dijere: Dame de beber, te ruego, un poco de agua de tu cántaro,

24:44 y ella me respondiere: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua; sea ésta la mujer que destinó Jehová para el hijo de mi señor.

24:45 Antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y sacó agua; y le dije: te ruego que me des de beber.

24:46 Y bajó prontamente su cántaro de encima de sí, y dijo: Bebe, y también a tus camellos daré de beber. Y bebí, y dio también de beber a mis camellos.

24:47 Entonces le pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: Hija de Betuel hijo de Nacor, que le dio a luz Milca. Entonces le puse un pendiente en su nariz, y brazaletes en sus brazos;

24:48 y me incliné y adoré a Jehová, y bendije a Jehová Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo.

24:49 Ahora, pues, si vosotros hacéis misericordia y verdad con mi señor, declarádmelo; y si no, declarádmelo; y me iré a la diestra o a la siniestra.

24:50 Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: De Jehová ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno.

24:51 He ahí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho Jehová.

24:52 Cuando el criado de Abraham oyó sus palabras, se inclinó en tierra ante Jehová.

24:53 Y sacó el criado alhajas de plata y alhajas de oro, y vestidos, y dio a Rebeca; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.

24:54 Y comieron y bebieron él y los varones que venían con él, y durmieron; y levantándose de mañana, dijo: Enviadme a mi señor.

24:55 Entonces respondieron su hermano y su madre: Espere la doncella con nosotros a lo menos diez días, y después irá.

24:56 Y él les dijo: No me detengáis, ya que Jehová ha prosperado mi camino; despachadme para que me vaya a mi señor.

24:57 Ellos respondieron entonces: Llamemos a la doncella y preguntémosle.

24:58 Y llamaron a Rebeca, y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré.

24:59 Entonces dejaron ir a Rebeca su hermana, y a su nodriza, y al criado de Abraham y a sus hombres.

24:60 Y bendijeron a Rebeca, y le dijeron: Hermana nuestra, sé madre de millares de millares, y posean tus descendientes la puerta de sus enemigos.

24:61 Entonces se levantó Rebeca y sus doncellas, y montaron en los camellos, y siguieron al hombre; y el criado tomó a Rebeca, y se fue.

24:62 Y venía Isaac del pozo del Viviente-que-me-ve; porque él habitaba en el Neguev.

24:63 Y había salido Isaac a meditar al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían.

24:64 Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello;


24:65 porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.


24:66 Entonces el criado contó a Isaac todo lo que había hecho.


24:67 Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre.



  • TERCERA LECTURA: SALMO 17



17:1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor.


Escucha mi oración hecha de labios sin engaño.

17:2 De tu presencia proceda mi vindicación;

Vean tus ojos la rectitud.

17:3 Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche;

Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste;

He resuelto que mi boca no haga transgresión.

17:4 En cuanto a las obras humanas, por la palabra de tus labios

Yo me he guardado de las sendas de los violentos.

17:5 Sustenta mis pasos en tus caminos,


Para que mis pies no resbalen.

17:6 Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios;

Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.

17:7 Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra,

De los que se levantan contra ellos.

17:8 Guárdame como a la niña de tus ojos;

Escóndeme bajo la sombra de tus alas,

17:9 De la vista de los malos que me oprimen,

De mis enemigos que buscan mi vida.

17:10 Envueltos están con su grosura;

Con su boca hablan arrogantemente.

17:11 Han cercado ahora nuestros pasos;

Tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra.

17:12 Son como león que desea hacer presa,

Y como leoncillo que está en su escondite.

17:13 Levántate, oh Jehová;

Sal a su encuentro, póstrales;

Libra mi alma de los malos con tu espada,

17:14 De los hombres con tu mano, oh Jehová,

De los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida,

Y cuyo vientre está lleno de tu tesoro.

Sacian a sus hijos,

Y aun sobra para sus pequeñuelos.

17:15 En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia;

Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.




DÍA 15 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS , Capitulo 12, Versiculo 32 al 59
12:32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.


12:33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye.

12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.

12:35 Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas;

12:36 y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran en seguida.

12:37 Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.

12:38 Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos.

12:39 Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.

12:40 Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.

12:41 Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?

12:42 Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?

12:43 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.

12:44 En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes.

12:45 Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse,

12:46 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles.

12:47 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.

12:48 Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.

12:49 Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido?

12:50 De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla!

12:51 ¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión.

12:52 Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres.

12:53 Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.

12:54 Decía también a la multitud: Cuando veis la nube que sale del poniente, luego decís: Agua viene; y así sucede.

12:55 Y cuando sopla el viento del sur, decís: Hará calor; y lo hace.

12:56 ¡Hipócritas! Sabéis distinguir el aspecto del cielo y de la tierra; ¿y cómo no distinguís este tiempo?

12:57 ¿Y por qué no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?

12:58 Cuando vayas al magistrado con tu adversario, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre al juez, y el juez te entregue al alguacil, y el alguacil te meta en la cárcel.

12:59 Te digo que no saldrás de allí, hasta que hayas pagado aun la última blanca.



  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS CAPITULO 22
22:1 Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.


22:2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.

22:3 Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.

22:4 Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos.

22:5 Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros.

22:6 Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.

22:7 Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?

22:8 Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.

22:9 Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña.

22:10 Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.

22:11 Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.

22:12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.

22:13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

22:14 Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.

22:15 Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo,

22:16 y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo;

22:17 de cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.

22:18 En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.

22:19 Y volvió Abraham a sus siervos, y se levantaron y se fueron juntos a Beerseba; y habitó Abraham en Beerseba.

22:20 Aconteció después de estas cosas, que fue dada noticia a Abraham, diciendo: He aquí que también Milca ha dado a luz hijos a Nacor tu hermano:

22:21 Uz su primogénito, Buz su hermano, Kemuel padre de Aram,

22:22 Quesed, Hazo, Pildas, Jidlaf y Betuel.

22:23 Y Betuel fue el padre de Rebeca. Estos son los ocho hijos que dio a luz Milca, de Nacor hermano de Abraham.

22:24 Y su concubina, que se llamaba Reúma, dio a luz también a Teba, a Gaham, a Tahas y a Maaca.


  • TERCERA LECTURA: SALMO 15
15:1 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?


¿Quién morará en tu monte santo?


15:2 El que anda en integridad y hace justicia,


Y habla verdad en su corazón.


15:3 El que no calumnia con su lengua,


Ni hace mal a su prójimo,

Ni admite reproche alguno contra su vecino.

15:4 Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,

Pero honra a los que temen a Jehová.

El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;

15:5 Quien su dinero no dio a usura,

Ni contra el inocente admitió cohecho.

El que hace estas cosas, no resbalará jamás

DÍA 14 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS Capitulo 12, Versiculos 1 al 31

12:1 En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.


12:2 Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse.


12:3 Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas.

12:4 Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer.

12:5 Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.

12:6 ¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.

12:7 Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos.

12:8 Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios;

12:9 mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.

12:10 A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.

12:11 Cuando os trajeren a las sinagogas, y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis por cómo o qué habréis de responder, o qué habréis de decir;


12:12 porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis decir.

12:13 Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia.

12:14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?

12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.

12:16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho.

12:17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?

12:18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes;

12:19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.

12:20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?

12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.

12:22 Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.

12:23 La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.

12:24 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?

12:25 ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura uncodo?

12:26 Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?

12:27 Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.

12:28 Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?

12:29 Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.

12:30 Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.

12:31 Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.


  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS, CAPITULO 20
21:1 Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado.


21:2 Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho.

21:3 Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac.

21:4 Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado.

21:5 Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac su hijo.


21:6 Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reir, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo.

21:7 Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara habría de dar de mamar a hijos? Pues le he dado un hijo en su vejez.

21:8 Y creció el niño, y fue destetado; e hizo Abraham gran banquete el día que fue destetado Isaac.

21:9 Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac.

21:10 Por tanto, dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi hijo.

21:11 Este dicho pareció grave en gran manera a Abraham a causa de su hijo.

21:12 Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia.

21:13 Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu descendiente.

21:14 Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de agua, y lo dio a Agar, poniéndolo sobre su hombro, y le entregó el muchacho, y la despidió. Y ella salió y anduvo errante por el desierto de Beerseba.

21:15 Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto,

21:16 y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró.

21:17 Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.

21:18 Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano, porque yo haré de él una gran nación.

21:19 Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho.

21:20 Y Dios estaba con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador de arco.

21:21 Y habitó en el desierto de Parán; y su madre le tomó mujer de la tierra de Egipto.

21:22 Aconteció en aquel mismo tiempo que habló Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, a Abraham, diciendo: Dios está contigo en todo cuanto haces.

21:23 Ahora, pues, júrame aquí por Dios, que no faltarás a mí, ni a mi hijo ni a mi nieto, sino que conforme a la bondad que yo hice contigo, harás tú conmigo, y con la tierra en donde has morado.

21:24 Y respondió Abraham: Yo juraré.

21:25 Y Abraham reconvino a Abimelec a causa de un pozo de agua, que los siervos de Abimelec le habían quitado.

21:26 Y respondió Abimelec: No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy.

21:27 Y tomó Abraham ovejas y vacas, y dio a Abimelec; e hicieron ambos pacto.

21:28 Entonces puso Abraham siete corderas del rebaño aparte.

21:29 Y dijo Abimelec a Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte?

21:30 Y él respondió: Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo.

21:31 Por esto llamó a aquel lugar Beerseba; porque allí juraron ambos.

21:32 Así hicieron pacto en Beerseba; y se levantó Abimelec, y Ficol príncipe de su ejército, y volvieron a tierra de los filisteos.

21:33 Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová Dios eterno.

21:34 Y moró Abraham en tierra de los filisteos muchos días.




  • TERCERA LECTURA: SALMO 14
14:1 Dice el necio en su corazón:


No hay Dios.

Se han corrompido, hacen obras abominables;

No hay quien haga el bien.

14:2 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres,

Para ver si había algún entendido,

Que buscara a Dios.

14:3 Todos se desviaron, a una se han corrompido;

No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

14:4 ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad,

Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan,

Y a Jehová no invocan?

14:5 Ellos temblaron de espanto;


Porque Dios está con la generación de los justos.


14:6 Del consejo del pobre se han burlado,


Pero Jehová es su esperanza.

14:7 ¡Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel!

Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo,

Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.