CUMPLIENDO PROMESAS

Este es un blog, que duraras todo un año, en el cual podras leer la biblia en solo UN AÑO!!!

jueves, 28 de enero de 2010

DÍA 28 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS, Capitulo 20, Versiculos 27 al 47
20:27 Llegando entonces algunos de los saduceos, los cuales niegan haber resurrección, le preguntaron,



20:28 diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y no dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su hermano.


20:29 Hubo, pues, siete hermanos; y el primero tomó esposa, y murió sin hijos.


20:30 Y la tomó el segundo, el cual también murió sin hijos.


20:31 La tomó el tercero, y así todos los siete, y murieron sin dejar descendencia.


20:32 Finalmente murió también la mujer.


20:33 En la resurrección, pues, ¿de cuál de ellos será mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer?


20:34 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento;


20:35 mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento.


20:36 Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.


20:37 Pero en cuanto a que los muertos han de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.


20:38 Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven.


20:39 Respondiéndole algunos de los escribas, dijeron: Maestro, bien has dicho.


20:40 Y no osaron preguntarle nada más.


20:41 Entonces él les dijo: ¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David?


20:42 Pues el mismo David dice en el libro de los Salmos:


Dijo el Señor a mi Señor:


Siéntate a mi diestra,


20:43 Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.


20:44 David, pues, le llama Señor; ¿cómo entonces es su hijo?


20:45 Y oyéndole todo el pueblo, dijo a sus discípulos:


20:46 Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas;


20:47 que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; éstos recibirán mayor condenación.

 
  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS, CAPITULO 37 
37:1 Habitó Jacob en la tierra donde había morado su padre, en la tierra de Canaán.


37:2 Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos.

37:3 Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores.

37:4 Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente.

37:5 Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía.

37:6 Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado:


37:7 He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío.

37:8 Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aun más a causa de sus sueños y sus palabras.

37:9 Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí.

37:10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?

37:11 Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto.

37:12 Después fueron sus hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Siquem.

37:13 Y dijo Israel a José: Tus hermanos apacientan las ovejas en Siquem: ven, y te enviaré a ellos. Y él respondió: Heme aquí.

37:14 E Israel le dijo: Ve ahora, mira cómo están tus hermanos y cómo están las ovejas, y tráeme la respuesta. Y lo envió del valle de Hebrón, y llegó a Siquem.

37:15 Y lo halló un hombre, andando él errante por el campo, y le preguntó aquel hombre, diciendo: ¿Qué buscas?

37:16 José respondió: Busco a mis hermanos; te ruego que me muestres dónde están apacentando.

37:17 Aquel hombre respondió: Ya se han ido de aquí; y yo les oí decir: Vamos a Dotán. Entonces José fue tras de sus hermanos, y los halló en Dotán.

37:18 Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él para matarle.

37:19 Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador.

37:20 Ahora pues, venid, y matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños.

37:21 Cuando Rubén oyó esto, lo libró de sus manos, y dijo: No lo matemos.

37:22 Y les dijo Rubén: No derraméis sangre; echadlo en esta cisterna que está en el desierto, y no pongáis mano en él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver a su padre.

37:23 Sucedió, pues, que cuando llegó José a sus hermanos, ellos quitaron a José su túnica, la túnica de colores que tenía sobre sí;

37:24 y le tomaron y le echaron en la cisterna; pero la cisterna estaba vacía, no había en ella agua.

37:25 Y se sentaron a comer pan; y alzando los ojos miraron, y he aquí una compañía de ismaelitas que venía de Galaad, y sus camellos traían aromas, bálsamo y mirra, e iban a llevarlo a Egipto.

37:26 Entonces Judá dijo a sus hermanos: ¿Qué provecho hay en que matemos a nuestro hermano y encubramos su muerte?

37:27 Venid, y vendámosle a los ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él; porque él es nuestro hermano, nuestra propia carne. Y sus hermanos convinieron con él.

37:28 Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto.

37:29 Después Rubén volvió a la cisterna, y no halló a José dentro, y rasgó sus vestidos.

37:30 Y volvió a sus hermanos, y dijo: El joven no parece; y yo, ¿adónde iré yo?

37:31 Entonces tomaron ellos la túnica de José, y degollaron un cabrito de las cabras, y tiñeron la túnica con la sangre;

37:32 y enviaron la túnica de colores y la trajeron a su padre, y dijeron: Esto hemos hallado; reconoce ahora si es la túnica de tu hijo, o no.

37:33 Y él la reconoció, y dijo: La túnica de mi hijo es; alguna mala bestia lo devoró; José ha sido despedazado.

37:34 Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días.

37:35 Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso recibir consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol. Y lo lloró su padre.

37:36 Y los madianitas lo vendieron en Egipto a Potifar, oficial de Faraón, capitán de la guardia.

 
  • TERCERA LECTURA: SALMO 28
28:1 A ti clamaré, oh Jehová.



Roca mía, no te desentiendas de mí,


Para que no sea yo, dejándome tú,


Semejante a los que descienden al sepulcro.

28:2 Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti,

Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo.

28:3 No me arrebates juntamente con los malos,

Y con los que hacen iniquidad,

Los cuales hablan paz con sus prójimos,

Pero la maldad está en su corazón.

28:4 Dales conforme a su obra, y conforme a la perversidad de sus hechos;

Dales su merecido conforme a la obra de sus manos.

28:5 Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová,

Ni a la obra de sus manos,

El los derribará, y no los edificará.

28:6 Bendito sea Jehová,

Que oyó la voz de mis ruegos.

28:7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo;

En él confió mi corazón, y fui ayudado,

Por lo que se gozó mi corazón,

Y con mi cántico le alabaré.

28:8 Jehová es la fortaleza de su pueblo,

Y el refugio salvador de su ungido.

28:9 Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad;


Y pastoréales y susténtales para siempre.

miércoles, 27 de enero de 2010

DÍA 27 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS, Capitulo 20, Versiculos 1 al 26

20:1 Sucedió un día, que enseñando Jesús al pueblo en el templo, y anunciando el evangelio, llegaron los principales sacerdotes y los escribas, con los ancianos,



20:2 y le hablaron diciendo: Dinos: ¿con qué autoridad haces estas cosas? ¿o quién es el que te ha dado esta autoridad?

20:3 Respondiendo Jesús, les dijo: Os haré yo también una pregunta; respondedme:


20:4 El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres?


20:5 Entonces ellos discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?


20:6 Y si decimos, de los hombres, todo el pueblo nos apedreará; porque están persuadidos de que Juan era profeta.


20:7 Y respondieron que no sabían de dónde fuese.


20:8 Entonces Jesús les dijo: Yo tampoco os diré con qué autoridad hago estas cosas.


20:9 Comenzó luego a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, la arrendó a labradores, y se ausentó por mucho tiempo.


20:10 Y a su tiempo envió un siervo a los labradores, para que le diesen del fruto de la viña; pero los labradores le golpearon, y le enviaron con las manos vacías.


20:11 Volvió a enviar otro siervo; mas ellos a éste también, golpeado y afrentado, le enviaron con las manos vacías.


20:12 Volvió a enviar un tercer siervo; mas ellos también a éste echaron fuera, herido.


20:13 Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizás cuando le vean a él, le tendrán respeto.


20:14 Mas los labradores, al verle, discutían entre sí, diciendo: Este es el heredero; venid, matémosle, para que la heredad sea nuestra.


20:15 Y le echaron fuera de la viña, y le mataron. ¿Qué, pues, les hará el señor de la viña?


20:16 Vendrá y destruirá a estos labradores, y dará su viña a otros.Cuando ellos oyeron esto, dijeron: ¡Dios nos libre!


20:17 Pero él, mirándolos, dijo: ¿Qué, pues, es lo que está escrito:


La piedra que desecharon los edificadores



Ha venido a ser cabeza del ángulo?



20:18 Todo el que cayere sobre aquella piedra, será quebrantado; mas sobre quien ella cayere, le desmenuzará.


20:19 Procuraban los principales sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola; pero temieron al pueblo.


20:20 Y acechándole enviaron espías que se simulasen justos, a fin de sorprenderle en alguna palabra, para entregarle al poder y autoridad del gobernador.


20:21 Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces acepción de persona, sino que enseñas el camino de Dios con verdad.


20:22 ¿Nos es lícito dar tributo a César, o no?


20:23 Mas él, comprendiendo la astucia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis?


20:24 Mostradme la moneda. ¿De quién tiene la imagen y la inscripción? Y respondiendo dijeron: De César.


20:25 Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.


20:26 Y no pudieron sorprenderle en palabra alguna delante del pueblo, sino que maravillados de su respuesta, callaron.


  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS CAPITULOS 35 & 36

Capítulo 35


35:1 Dijo Dios a Jacob: Levántate y sube a Bet-el, y quédate allí; y haz allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.

35:2 Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos.

35:3 Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado.

35:4 Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina que estaba junto a Siquem.

35:5 Y salieron, y el terror de Dios estuvo sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no persiguieron a los hijos de Jacob.

35:6 Y llegó Jacob a Luz, que está en tierra de Canaán (esta es Bet-el), él y todo el pueblo que con él estaba.

35:7 Y edificó allí un altar, y llamó al lugar El-bet-el, porque allí le había aparecido Dios, cuando huía de su hermano.

35:8 Entonces murió Débora, ama de Rebeca, y fue sepultada al pie de Bet-el, debajo de una encina, la cual fue llamada Alón-bacut.

35:9 Apareció otra vez Dios a Jacob, cuando había vuelto de Padan-aram, y le bendijo.

35:10 Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; y llamó su nombre Israel.

35:11 También le dijo Dios: Yo soy el Dios omnipotente: crece y multiplícate; una nación y conjunto de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos.

35:12 La tierra que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la tierra.

35:13 Y se fue de él Dios, del lugar en donde había hablado con él.

35:14 Y Jacob erigió una señal en el lugar donde había hablado con él, una señal de piedra, y derramó sobre ella libación, y echó sobre ella aceite.

35:15 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Bet-el.

35:16 Después partieron de Bet-el; y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto.

35:17 Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo.

35:18 Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín.

35:19 Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén.

35:20 Y levantó Jacob un pilar sobre su sepultura; esta es la señal de la sepultura de Raquel hasta hoy.

35:21 Y salió Israel, y plantó su tienda más allá de Migdal- edar.

35:22 Aconteció que cuando moraba Israel en aquella tierra, fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual llegó a saber Israel. Ahora bien, los hijos de Israel fueron doce:

35:23 los hijos de Lea: Rubén el primogénito de Jacob; Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón.

35:24 Los hijos de Raquel: José y Benjamín.

35:25 Los hijos de Bilha, sierva de Raquel: Dan y Neftalí.

35:26 Y los hijos de Zilpa, sierva de Lea: Gad y Aser. Estos fueron los hijos de Jacob, que le nacieron en Padan-aram.

35:27 Después vino Jacob a Isaac su padre a Mamre, a la ciudad de Arba, que es Hebrón, donde habitaron Abraham e Isaac.

35:28 Y fueron los días de Isaac ciento ochenta años.

35:29 Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fue recogido a su pueblo, viejo y lleno de días; y lo sepultaron Esaú y Jacob sus hijos.




Capítulo 36



36:1 Estas son las generaciones de Esaú, el cual es Edom:

36:2 Esaú tomó sus mujeres de las hijas de Canaán: a Ada, hija de Elón heteo, a Aholibama, hija de Aná, hijo de Zibeón heveo,

36:3 y a Basemat hija de Ismael, hermana de Nebaiot.

36:4 Ada dio a luz a Esaú a Elifaz; y Basemat dio a luz a Reuel.

36:5 Y Aholibama dio a luz a Jeús, a Jaalam y a Coré; estos son los hijos de Esaú, que le nacieron en la tierra de Canaán.

36:6 Y Esaú tomó sus mujeres, sus hijos y sus hijas, y todas las personas de su casa, y sus ganados, y todas sus bestias, y todo cuanto había adquirido en la tierra de Canaán, y se fue a otra tierra, separándose de Jacob su hermano.

36:7 Porque los bienes de ellos eran muchos; y no podían habitar juntos, ni la tierra en donde moraban los podía sostener a causa de sus ganados.

36:8 Y Esaú habitó en el monte de Seir; Esaú es Edom.

36:9 Estos son los linajes de Esaú, padre de Edom, en el monte de Seir.

36:10 Estos son los nombres de los hijos de Esaú: Elifaz, hijo de Ada mujer de Esaú; Reuel, hijo de Basemat mujer de Esaú.

36:11 Y los hijos de Elifaz fueron Temán, Omar, Zefo, Gatam y Cenaz.

36:12 Y Timna fue concubina de Elifaz hijo de Esaú, y ella le dio a luz a Amalec; estos son los hijos de Ada, mujer de Esaú.

36:13 Los hijos de Reuel fueron Nahat, Zera, Sama y Miza; estos son los hijos de Basemat mujer de Esaú.

36:14 Estos fueron los hijos de Aholibama mujer de Esaú, hija de Aná, que fue hijo de Zibeón: ella dio a luz a Jeús, Jaalam y Coré, hijos de Esaú.

36:15 Estos son los jefes de entre los hijos de Esaú: hijos de Elifaz, primogénito de Esaú: los jefes Temán, Omar, Zefo, Cenaz,

36:16 Coré, Gatam y Amalec; estos son los jefes de Elifaz en la tierra de Edom; estos fueron los hijos de Ada.

36:17 Y estos son los hijos de Reuel, hijo de Esaú: los jefes Nahat, Zera, Sama y Miza; estos son los jefes de la línea de Reuel en la tierra de Edom; estos hijos vienen de Basemat mujer de Esaú.

36:18 Y estos son los hijos de Aholibama mujer de Esaú: los jefes Jeús, Jaalam y Coré; estos fueron los jefes que salieron de Aholibama mujer de Esaú, hija de Aná.

36:19 Estos, pues, son los hijos de Esaú, y sus jefes; él es Edom.

36:20 Estos son los hijos de Seir horeo, moradores de aquella tierra: Lotán, Sobal, Zibeón, Aná,

36:21 Disón, Ezer y Disán; estos son los jefes de los horeos, hijos de Seir, en la tierra de Edom.

36:22 Los hijos de Lotán fueron Hori y Hemam; y Timna fue hermana de Lotán.

36:23 Los hijos de Sobal fueron Alván, Manahat, Ebal, Sefo y Onam.

36:24 Y los hijos de Zibeón fueron Aja y Aná. Este Aná es el que descubrió manantiales en el desierto, cuando apacentaba los asnos de Zibeón su padre.

36:25 Los hijos de Aná fueron Disón, y Aholibama hija de Aná.

36:26 Estos fueron los hijos de Disón: Hemdán, Esbán, Itrán y Querán.

36:27 Y estos fueron los hijos de Ezer: Bilhán, Zaaván y Acán.

36:28 Estos fueron los hijos de Disán: Uz y Arán.

36:29 Y estos fueron los jefes de los horeos: los jefes Lotán, Sobal, Zibeón, Aná,

36:30 Disón, Ezer y Disán; estos fueron los jefes de los horeos, por sus mandos en la tierra de Seir.

36:31 Y los reyes que reinaron en la tierra de Edom, antes que reinase rey sobre los hijos de Israel, fueron estos:

36:32 Bela hijo de Beor reinó en Edom; y el nombre de su ciudad fue Dinaba.

36:33 Murió Bela, y reinó en su lugar Jobab hijo de Zera, de Bosra.

36:34 Murió Jobab, y en su lugar reinó Husam, de tierra de Temán.

36:35 Murió Husam, y reinó en su lugar Hadad hijo de Bedad, el que derrotó a Madián en el campo de Moab; y el nombre de su ciudad fue Avit.

36:36 Murió Hadad, y en su lugar reinó Samla de Masreca.

36:37 Murió Samla, y reinó en su lugar Saúl de Rehobot junto al Eufrates.

36:38 Murió Saúl, y en lugar suyo reinó Baal-hanán hijo de Acbor.

36:39 Y murió Baal-hanán hijo de Acbor, y reinó Hadar en lugar suyo; y el nombre de su ciudad fue Pau; y el nombre de su mujer, Mehetabel hija de Matred, hija de Mezaab.

36:40 Estos, pues, son los nombres de los jefes de Esaú por sus linajes, por sus lugares, y sus nombres: Timna, Alva, Jetet,

36:41 Aholibama, Ela, Pinón,

36:42 Cenaz, Temán, Mibzar,

36:43 Magdiel e Iram. Estos fueron los jefes de Edom según sus moradas en la tierra de su posesión. Edom es el mismo Esaú, padre de los edomitas.



  • TERCERA LECTURA: SALMO 27

27:1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?



Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?


27:2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos,


Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.


27:3 Aunque un ejército acampe contra mí,


No temerá mi corazón;


Aunque contra mí se levante guerra,


Yo estaré confiado.

27:4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;

Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,

Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.

27:5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;

Me ocultará en lo reservado de su morada;

Sobre una roca me pondrá en alto.

27:6 Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean,

Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo;

Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.

27:7 Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo;

Ten misericordia de mí, y respóndeme.

27:8 Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro.

Tu rostro buscaré, oh Jehová;

27:9 No escondas tu rostro de mí.

No apartes con ira a tu siervo;

Mi ayuda has sido.

No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación.

27:10 Aunque mi padre y mi madre me dejaran,

Con todo, Jehová me recogerá.

27:11 Enséñame, oh Jehová, tu camino,

Y guíame por senda de rectitud

A causa de mis enemigos.

27:12 No me entregues a la voluntad de mis enemigos;

Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.

27:13 Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová

En la tierra de los vivientes.

27:14 Aguarda a Jehová;

Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;

Sí, espera a Jehová.

martes, 26 de enero de 2010

DÍA26 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS, Capitulo19, Versiculos 28 al 48

19:28 Dicho esto, iba delante subiendo a Jerusalén.



19:29 Y aconteció que llegando cerca de Betfagé y de Betania, al monte que se llama de los Olivos, envió dos de sus discípulos,


19:30 diciendo: Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado jamás; desatadlo, y traedlo.


19:31 Y si alguien os preguntare: ¿Por qué lo desatáis? le responderéis así: Porque el Señor lo necesita.


19:32 Fueron los que habían sido enviados, y hallaron como les dijo.


19:33 Y cuando desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino?


19:34 Ellos dijeron: Porque el Señor lo necesita.


19:35 Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos sobre el pollino, subieron a Jesús encima.


19:36 Y a su paso tendían sus mantos por el camino.


19:37 Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto,


19:38 diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!


19:39 Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.


19:40 El, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían.


19:41 Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella,


19:42 diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos.


19:43 Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán,


19:44 y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.


19:45 Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a todos los que vendían y compraban en él,


19:46 diciéndoles: Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.


19:47 Y enseñaba cada día en el templo; pero los principales sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo procuraban matarle.


19:48 Y no hallaban nada que pudieran hacerle, porque todo el pueblo estaba suspenso oyéndole.
 
  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS, CAPITULO 34

34:1 Salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver a las hijas del país.


34:2 Y la vio Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró.

34:3 Pero su alma se apegó a Dina la hija de Lea, y se enamoró de la joven, y habló al corazón de ella.

34:4 Y habló Siquem a Hamor su padre, diciendo: Tómame por mujer a esta joven.

34:5 Pero oyó Jacob que Siquem había amancillado a Dina su hija; y estando sus hijos con su ganado en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen.

34:6 Y se dirigió Hamor padre de Siquem a Jacob, para hablar con él.

34:7 Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se enojaron mucho, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho.

34:8 Y Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija; os ruego que se la deis por mujer.

34:9 Y emparentad con nosotros; dadnos vuestras hijas, y tomad vosotros las nuestras.

34:10 Y habitad con nosotros, porque la tierra estará delante de vosotros; morad y negociad en ella, y tomad en ella posesión.

34:11 Siquem también dijo al padre de Dina y a los hermanos de ella: Halle yo gracia en vuestros ojos, y daré lo que me dijereis.

34:12 Aumentad a cargo mío mucha dote y dones, y yo daré cuanto me dijereis; y dadme la joven por mujer.

34:13 Pero respondieron los hijos de Jacob a Siquem y a Hamor su padre con palabras engañosas, por cuanto había amancillado a Dina su hermana.

34:14 Y les dijeron: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a hombre incircunciso, porque entre nosotros es abominación.

34:15 Mas con esta condición os complaceremos: si habéis de ser como nosotros, que se circuncide entre vosotros todo varón.

34:16 Entonces os daremos nuestras hijas, y tomaremos nosotros las vuestras; y habitaremos con vosotros, y seremos un pueblo.

34:17 Mas si no nos prestareis oído para circuncidaros, tomaremos nuestra hija y nos iremos.

34:18 Y parecieron bien sus palabras a Hamor, y a Siquem hijo de Hamor.

34:19 Y no tardó el joven en hacer aquello, porque la hija de Jacob le había agradado; y él era el más distinguido de toda la casa de su padre.

34:20 Entonces Hamor y Siquem su hijo vinieron a la puerta de su ciudad, y hablaron a los varones de su ciudad, diciendo:

34:21 Estos varones son pacíficos con nosotros, y habitarán en el país, y traficarán en él; pues he aquí la tierra es bastante ancha para ellos; nosotros tomaremos sus hijas por mujeres, y les daremos las nuestras.

34:22 Mas con esta condición consentirán estos hombres en habitar con nosotros, para que seamos un pueblo: que se circuncide todo varón entre nosotros, así como ellos son circuncidados.

34:23 Su ganado, sus bienes y todas sus bestias serán nuestros; solamente convengamos con ellos, y habitarán con nosotros.

34:24 Y obedecieron a Hamor y a Siquem su hijo todos los que salían por la puerta de la ciudad, y circuncidaron a todo varón, a cuantos salían por la puerta de su ciudad.

34:25 Pero sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad, que estaba desprevenida, y mataron a todo varón.

34:26 Y a Hamor y a Siquem su hijo los mataron a filo de espada; y tomaron a Dina de casa de Siquem, y se fueron.

34:27 Y los hijos de Jacob vinieron a los muertos, y saquearon la ciudad, por cuanto habían amancillado a su hermana.

34:28 Tomaron sus ovejas y vacas y sus asnos, y lo que había en la ciudad y en el campo,

34:29 y todos sus bienes; llevaron cautivos a todos sus niños y sus mujeres, y robaron todo lo que había en casa.

34:30 Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa.

34:31 Pero ellos respondieron: ¿Había él de tratar a nuestra hermana como a una ramera?



  • TERCERA LECTURA: SALMO 26
26:1 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado;


He confiado asimismo en Jehová sin titubear.

26:2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame;

Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.

26:3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos,

Y ando en tu verdad.

26:4 No me he sentado con hombres hipócritas,

Ni entré con los que andan simuladamente.

26:5 Aborrecí la reunión de los malignos,


Y con los impíos nunca me senté.

26:6 Lavaré en inocencia mis manos,

Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová,

26:7 Para exclamar con voz de acción de gracias,

Y para contar todas tus maravillas.

26:8 Jehová, la habitación de tu casa he amado,

Y el lugar de la morada de tu gloria.

26:9 No arrebates con los pecadores mi alma,


Ni mi vida con hombres sanguinarios,


26:10 En cuyas manos está el mal,


Y su diestra está llena de sobornos.

26:11 Mas yo andaré en mi integridad;

Redímeme, y ten misericordia de mí.

26:12 Mi pie ha estado en rectitud;


En las congregaciones bendeciré a Jehová.

lunes, 25 de enero de 2010

DÍA 25 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA; LUCAS, Capitulo 19, versiculos 1 al 27
19:1 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.



19:2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico,


19:3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.


19:4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.


19:5 Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.


19:6 Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.


19:7 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.


19:8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.


19:9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.


19:10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.


19:11 Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente.


19:12 Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver.


19:13 Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo.


19:14 Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros.


19:15 Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno.


19:16 Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas.


19:17 El le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades.


19:18 Vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas.


19:19 Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades.


19:20 Vino otro, diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo;


19:21 porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste.


19:22 Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré;


19:23 ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco, para que al volver yo, lo hubiera recibido con los intereses?


19:24 Y dijo a los que estaban presentes: Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas.


19:25 Ellos le dijeron: Señor, tiene diez minas.


19:26 Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.


19:27 Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos delante de mí.


  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS, CAPITULOS 32 & 33
Capítulo 32




32:1 Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios.

32:2 Y dijo Jacob cuando los vio: Campamento de Dios es este; y llamó el nombre de aquel lugar Mahanaim.

32:3 Y envió Jacob mensajeros delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seir, campo de Edom.

32:4 Y les mandó diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he morado, y me he detenido hasta ahora;

32:5 y tengo vacas, asnos, ovejas, y siervos y siervas; y envío a decirlo a mi señor, para hallar gracia en tus ojos.

32:6 Y los mensajeros volvieron a Jacob, diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y cuatrocientos hombres con él.

32:7 Entonces Jacob tuvo gran temor, y se angustió; y distribuyó el pueblo que tenía consigo, y las ovejas y las vacas y los camellos, en dos campamentos.

32:8 Y dijo: Si viene Esaú contra un campamento y lo ataca, el otro campamento escapará.

32:9 Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien;

32:10 menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos.

32:11 Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos.

32:12 Y tú has dicho: Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud.

32:13 Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino a la mano un presente para su hermano Esaú:

32:14 doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros,

32:15 treinta camellas paridas con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez borricos.

32:16 Y lo entregó a sus siervos, cada manada de por sí; y dijo a sus siervos: Pasad delante de mí, y poned espacio entre manada y manada.

32:17 Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te encontrare, y te preguntare, diciendo: ¿De quién eres? ¿y adónde vas? ¿y para quién es esto que llevas delante de ti?

32:18 entonces dirás: Es un presente de tu siervo Jacob, que envía a mi señor Esaú; y he aquí también él viene tras nosotros.

32:19 Mandó también al segundo, y al tercero, y a todos los que iban tras aquellas manadas, diciendo: Conforme a esto hablaréis a Esaú, cuando le hallareis.

32:20 Y diréis también: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque dijo: Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro; quizá le seré acepto.

32:21 Pasó, pues, el presente delante de él; y él durmió aquella noche en el campamento.

32:22 Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc.

32:23 Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía.

32:24 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.

32:25 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.

32:26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.

32:27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.

32:28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.

32:29 Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.

32:30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.

32:31 Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera.

32:32 Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en el encaje del muslo; porque tocó a Jacob este sitio de su muslo en el tendón que se contrajo.

Capitulo 33

33:1 Alzando Jacob sus ojos, miró, y he aquí venía Esaú, y los cuatrocientos hombres con él; entonces repartió él los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas.


33:2 Y puso las siervas y sus niños delante, luego a Lea y sus niños, y a Raquel y a José los últimos.

33:3 Y él pasó delante de ellos y se inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano.

33:4 Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.

33:5 Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que Dios ha dado a tu siervo.

33:6 Luego vinieron las siervas, ellas y sus niños, y se inclinaron.

33:7 Y vino Lea con sus niños, y se inclinaron; y después llegó José y Raquel, y también se inclinaron.

33:8 Y Esaú dijo: ¿Qué te propones con todos estos grupos que he encontrado? Y Jacob respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor.

33:9 Y dijo Esaú: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo.

33:10 Y dijo Jacob: No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanto favor me has recibido.

33:11 Acepta, te ruego, mi presente que te he traído, porque Dios me ha hecho merced, y todo lo que hay aquí es mío. E insistió con él, y Esaú lo tomó.

33:12 Y Esaú dijo: Anda, vamos; y yo iré delante de ti.

33:13 Y Jacob le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; y si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas.

33:14 Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso del ganado que va delante de mí y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seir.

33:15 Y Esaú dijo: Dejaré ahora contigo de la gente que viene conmigo. Y Jacob dijo: ¿Para qué esto? Halle yo gracia en los ojos de mi señor.

33:16 Así volvió Esaú aquel día por su camino a Seir.

33:17 Y Jacob fue a Sucot, y edificó allí casa para sí, e hizo cabañas para su ganado; por tanto, llamó el nombre de aquel lugar Sucot.

33:18 Después Jacob llegó sano y salvo a la ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de Padan-aram; y acampó delante de la ciudad.

33:19 Y compró una parte del campo, donde plantó su tienda, de mano de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien monedas.

33:20 Y erigió allí un altar, y lo llamó El-Elohe-Israel.



  • TERCERA LECTURA: SALMO 25
25:1 A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.


25:2 Dios mío, en ti confío;

No sea yo avergonzado,

No se alegren de mí mis enemigos.

25:3 Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;

Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

25:4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;

Enséñame tus sendas.

25:5 Encamíname en tu verdad, y enséñame,

Porque tú eres el Dios de mi salvación;

En ti he esperado todo el día.

25:6 Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias,

Que son perpetuas.

25:7 De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes;

Conforme a tu misericordia acuérdate de mí,

Por tu bondad, oh Jehová.

25:8 Bueno y recto es Jehová;

Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.

25:9 Encaminará a los humildes por el juicio,

Y enseñará a los mansos su carrera.

25:10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad,

Para los que guardan su pacto y sus testimonios.

25:11 Por amor de tu nombre, oh Jehová,

Perdonarás también mi pecado, que es grande.

25:12 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová?

El le enseñará el camino que ha de escoger.

25:13 Gozará él de bienestar,

Y su descendencia heredará la tierra.

25:14 La comunión íntima de Jehová es con los que le temen,

Y a ellos hará conocer su pacto.

25:15 Mis ojos están siempre hacia Jehová,

Porque él sacará mis pies de la red.

25:16 Mírame, y ten misericordia de mí,

Porque estoy solo y afligido.

25:17 Las angustias de mi corazón se han aumentado;

Sácame de mis congojas.

25:18 Mira mi aflicción y mi trabajo,

Y perdona todos mis pecados.

25:19 Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado,

Y con odio violento me aborrecen.

25:20 Guarda mi alma, y líbrame;

No sea yo avergonzado, porque en ti confié.

25:21 Integridad y rectitud me guarden,

Porque en ti he esperado.

25:22 Redime, oh Dios, a Israel

De todas sus angustias.

domingo, 24 de enero de 2010

DÍA 24 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS, Capitulo 18, Versiculos 18 al 43
18:18 Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?



18:19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios.


18:20 Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre.


18:21 El dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud.


18:22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.



18:23 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.



18:24 Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!


18:25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.


18:26 Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?


18:27 El les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.


18:28 Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido.


18:29 Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios,


18:30 que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.


18:31 Tomando Jesús a los doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre.


18:32 Pues será entregado a los gentiles, y será escarnecido, y afrentado, y escupido.


18:33 Y después que le hayan azotado, le matarán; mas al tercer día resucitará.


18:34 Pero ellos nada comprendieron de estas cosas, y esta palabra les era encubierta, y no entendían lo que se les decía.


18:35 Aconteció que acercándose Jesús a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando;


18:36 y al oír a la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello.


18:37 Y le dijeron que pasaba Jesús nazareno.


18:38 Entonces dio voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!


18:39 Y los que iban delante le reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!


18:40 Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a su presencia; y cuando llegó, le preguntó,


18:41 diciendo: ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo: Señor, que reciba la vista.


18:42 Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado.


18:43 Y luego vio, y le seguía, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando vio aquello, dio alabanza a Dios.
 
  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS, CAPUTULO 31

31:1 Y oía Jacob las palabras de los hijos de Labán, que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza.


31:2 Miraba también Jacob el semblante de Labán, y veía que no era para con él como había sido antes.

31:3 También Jehová dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, y yo estaré contigo.

31:4 Envió, pues, Jacob, y llamó a Raquel y a Lea al campo donde estaban sus ovejas,

31:5 y les dijo: Veo que el semblante de vuestro padre no es para conmigo como era antes; mas el Dios de mi padre ha estado conmigo.

31:6 Vosotras sabéis que con todas mis fuerzas he servido a vuestro padre;

31:7 y vuestro padre me ha engañado, y me ha cambiado el salario diez veces; pero Dios no le ha permitido que me hiciese mal.

31:8 Si él decía así: Los pintados serán tu salario, entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían listados.

31:9 Así quitó Dios el ganado de vuestro padre, y me lo dio a mí.

31:10 Y sucedió que al tiempo que las ovejas estaban en celo, alcé yo mis ojos y vi en sueños, y he aquí los machos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados.

31:11 Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí.

31:12 Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho.

31:13 Yo soy el Dios de Bet-el, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto. Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento.

31:14 Respondieron Raquel y Lea, y le dijeron: ¿Tenemos acaso parte o heredad en la casa de nuestro padre?

31:15 ¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio?

31:16 Porque toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es y de nuestros hijos; ahora, pues, haz todo lo que Dios te ha dicho.

31:17 Entonces se levantó Jacob, y subió sus hijos y sus mujeres sobre los camellos,

31:18 y puso en camino todo su ganado, y todo cuanto había adquirido, el ganado de su ganancia que había obtenido en Padan-aram, para volverse a Isaac su padre en la tierra de Canaán.

31:19 Pero Labán había ido a trasquilar sus ovejas; y Raquel hurtó los ídolos de su padre.

31:20 Y Jacob engañó a Labán arameo, no haciéndole saber que se iba.

31:21 Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó y pasó el Eufrates, y se dirigió al monte de Galaad.

31:22 Y al tercer día fue dicho a Labán que Jacob había huido.

31:23 Entonces Labán tomó a sus parientes consigo, y fue tras Jacob camino de siete días, y le alcanzó en el monte de Galaad.

31:24 Y vino Dios a Labán arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente.

31:25 Alcanzó, pues, Labán a Jacob; y éste había fijado su tienda en el monte; y Labán acampó con sus parientes en el monte de Galaad.

31:26 Y dijo Labán a Jacob: ¿Qué has hecho, que me engañaste, y has traído a mis hijas como prisioneras de guerra?

31:27 ¿Por qué te escondiste para huir, y me engañaste, y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera con alegría y con cantares, con tamborín y arpa?

31:28 Pues ni aun me dajaste besar a mis hijos y mis hijas. Ahora, locamente has hecho.

31:29 Poder hay en mi mano para haceros mal; mas el Dios de tu padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente.

31:30 Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis dioses?

31:31 Respondió Jacob y dijo a Labán: Porque tuve miedo; pues pensé que quizá me quitarías por fuerza tus hijas.

31:32 Aquel en cuyo poder hallares tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tenga tuyo, y llévatelo. Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.

31:33 Entró Labán en la tienda de Jacob, en la tienda de Lea, y en la tienda de las dos siervas, y no los halló; y salió de la tienda de Lea, y entró en la tienda de Raquel.

31:34 Pero tomó Raquel los ídolos y los puso en una albarda de un camello, y se sentó sobre ellos; y buscó Labán en toda la tienda, y no los halló.

31:35 Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor, porque no me puedo levantar delante de ti; pues estoy con la costumbre de las mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos.

31:36 Entonces Jacob se enojó, y riñó con Labán; y respondió Jacob y dijo a Labán: ¿Qué transgresión es la mía? ¿Cuál es mi pecado, para que con tanto ardor hayas venido en mi persecución?

31:37 Pues que has buscado en todas mis cosas, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Ponlo aquí delante de mis hermanos y de los tuyos, y juzguen entre nosotros.

31:38 Estos veinte años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carnero de tus ovejas.

31:39 Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, a mí me lo cobrabas.

31:40 De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos.

31:41 Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces.

31:42 Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las manos vacías; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche.

31:43 Respondió Labán y dijo a Jacob: Las hijas son hijas mías, y los hijos, hijos míos son, y las ovejas son mis ovejas, y todo lo que tú ves es mío: ¿y qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas han dado a luz?

31:44 Ven, pues, ahora, y hagamos pacto tú y yo, y sea por testimonio entre nosotros dos.

31:45 Entonces Jacob tomó una piedra, y la levantó por señal.

31:46 Y dijo Jacob a sus hermanos: Recoged piedras. Y tomaron piedras e hicieron un majano, y comieron allí sobre aquel majano.

31:47 Y lo llamó Labán, Jegar Sahaduta; y lo llamó Jacob, Galaad.

31:48 Porque Labán dijo: Este majano es testigo hoy entre nosotros dos; por eso fue llamado su nombre Galaad;

31:49 y Mizpa, por cuanto dijo: Atalaye Jehová entre tú y yo, cuando nos apartemos el uno del otro.

31:50 Si afligieres a mis hijas, o si tomares otras mujeres además de mis hijas, nadie está con nosotros; mira, Dios es testigo entre nosotros dos.

31:51 Dijo más Labán a Jacob: He aquí este majano, y he aquí esta señal, que he erigido entre tú y yo.

31:52 Testigo sea este majano, y testigo sea esta señal, que ni yo pasaré de este majano contra ti, ni tú pasarás de este majano ni de esta señal contra mí, para mal.

31:53 El Dios de Abraham y el Dios de Nacor juzgue entre nosotros, el Dios de sus padres. Y Jacob juró por aquel a quien temía Isaac su padre.

31:54 Entonces Jacob inmoló víctimas en el monte, y llamó a sus hermanos a comer pan; y comieron pan, y durmieron aquella noche en el monte.

31:55 Y se levantó Labán de mañana, y besó sus hijos y sus hijas, y los bendijo; y regresó y se volvió a su lugar.



  • TERCERA LECTURA: SALMO 24
24:1 De Jehová es la tierra y su plenitud;


El mundo, y los que en él habitan.

24:2 Porque él la fundó sobre los mares,

Y la afirmó sobre los ríos.

24:3 ¿Quién subirá al monte de Jehová?

¿Y quién estará en su lugar santo?

24:4 El limpio de manos y puro de corazón;

El que no ha elevado su alma a cosas vanas,

Ni jurado con engaño.

24:5 El recibirá bendición de Jehová,

Y justicia del Dios de salvación.

24:6 Tal es la generación de los que le buscan,

De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. Selah

24:7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,

Y alzaos vosotras, puertas eternas,

Y entrará el Rey de gloria.

24:8 ¿Quién es este Rey de gloria?

Jehová el fuerte y valiente,

Jehová el poderoso en batalla.

24:9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,

Y alzaos vosotras, puertas eternas,

Y entrará el Rey de gloria.

24:10 ¿Quién es este Rey de gloria?


Jehová de los ejércitos,


El es el Rey de la gloria. Selah

sábado, 23 de enero de 2010

DÍA 23 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS Capitulo 18. Versiculos 1 al 17

18:1 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,


18:2 diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre.

18:3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario.

18:4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,

18:5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.

18:6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto.

18:7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?

18:8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?

18:9 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola:

18:10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.

18:11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;

18:12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.

18:13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.

18:14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.

18:15 Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron.

18:16 Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.

18:17 De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.


  • SEGUNDA LECTURA: GENESIS 29:40 AL 30:43

29:31 Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era estéril.


29:32 Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ha mirado Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido.

29:33 Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón.

29:34 Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos; por tanto, llamó su nombre Leví.

29:35 Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz.


Capítulo 30




30:1 Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero.

30:2 Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre?

30:3 Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; llégate a ella, y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella.

30:4 Así le dio a Bilha su sierva por mujer; y Jacob se llegó a ella.

30:5 Y concibió Bilha, y dio a luz un hijo a Jacob.

30:6 Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dan.

30:7 Concibió otra vez Bilha la sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob.

30:8 Y dijo Raquel: Con luchas de Dios he contendido con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre Neftalí.

30:9 Viendo, pues, Lea, que había dejado de dar a luz, tomó a Zilpa su sierva, y la dio a Jacob por mujer.

30:10 Y Zilpa sierva de Lea dio a luz un hijo a Jacob.

30:11 Y dijo Lea: Vino la ventura; y llamó su nombre Gad.

30:12 Luego Zilpa la sierva de Lea dio a luz otro hijo a Jacob.

30:13 Y dijo Lea: Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa; y llamó su nombre Aser.

30:14 Fue Rubén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Lea su madre; y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo.

30:15 Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo.

30:16 Cuando, pues, Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: Llégate a mí, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche.

30:17 Y oyó Dios a Lea; y concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob.

30:18 Y dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa, por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Isacar.

30:19 Después concibió Lea otra vez, y dio a luz el sexto hijo a Jacob.

30:20 Y dijo Lea: Dios me ha dado una buena dote; ahora morará conmigo mi marido, porque le he dado a luz seis hijos; y llamó su nombre Zabulón.

30:21 Después dio a luz una hija, y llamó su nombre Dina.

30:22 Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y le concedió hijos.

30:23 Y concibió, y dio a luz un hijo, y dijo: Dios ha quitado mi afrenta;

30:24 y llamó su nombre José, diciendo: Añádame Jehová otro hijo.

30:25 Aconteció cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra.

30:26 Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho.

30:27 Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa.

30:28 Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré.

30:29 Y él respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado conmigo.

30:30 Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número, y Jehová te ha bendecido con mi llegada; y ahora, ¿cuándo trabajaré también por mi propia casa?

30:31 Y él dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada; si hicieres por mí esto, volveré a apacentar tus ovejas.

30:32 Yo pasaré hoy por todo tu rebaño, poniendo aparte todas las ovejas manchadas y salpicadas de color, y todas las ovejas de color oscuro, y las manchadas y salpicadas de color entre las cabras; y esto será mi salario.

30:33 Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha de tener como de hurto.

30:34 Dijo entonces Labán: Mira, sea como tú dices.

30:35 Y Labán apartó aquel día los machos cabríos manchados y rayados, y todas las cabras manchadas y salpicadas de color, y toda aquella que tenía en sí algo de blanco, y todas las de color oscuro entre las ovejas, y las puso en mano de sus hijos.

30:36 Y puso tres días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba las otras ovejas de Labán.

30:37 Tomó luego Jacob varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas.

30:38 Y puso las varas que había mondado delante del ganado, en los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las cuales procreaban cuando venían a beber.

30:39 Así concebían las ovejas delante de las varas; y parían borregos listados, pintados y salpicados de diversos colores.

30:40 Y apartaba Jacob los corderos, y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro del hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de Labán.

30:41 Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes, Jacob ponía las varas delante de las ovejas en los abrevaderos, para que concibiesen a la vista de las varas.

30:42 Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía; así eran las más débiles para Labán, y las más fuertes para Jacob.

30:43 Y se enriqueció el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.




  • TERCERA LECTURA: SALMO23
23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.



23:2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;


Junto a aguas de reposo me pastoreará.

23:3 Confortará mi alma;

Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,


No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;

Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

23:5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;

Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

23:6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,


Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

viernes, 22 de enero de 2010

DÍA 22 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS , CAPITULO 17
17:1 Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen!





17:2 Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos.



17:3 Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale.



17:4 Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.


17:5 Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.


17:6 Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.


17:7 ¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa?


17:8 ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú?


17:9 ¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no.


17:10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.


17:11 Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.


17:12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos


17:13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!


17:14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.


17:15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz,


17:16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.


17:17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?


17:18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?


17:19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.


17:20 Preguntado por los fariseos, cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia,


17:21 ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros.


17:22 Y dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis.


17:23 Y os dirán: Helo aquí, o helo allí. No vayáis, ni los sigáis.


17:24 Porque como el relámpago que al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro, así también será el Hijo del Hombre en su día.


17:25 Pero primero es necesario que padezca mucho, y sea desechado por esta generación.


17:26 Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre.


17:27 Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.


17:28 Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;


17:29 mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.


17:30 Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.


17:31 En aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás.


17:32 Acordaos de la mujer de Lot.


17:33 Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará.


17:34 Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado.


17:35 Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada.


17:36 Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado.


17:37 Y respondiendo, le dijeron: ¿Dónde, Señor? El les dijo: Donde estuviere el cuerpo, allí se juntarán también las águilas.


  •   SEGUNDA LECTURA: GENESIS, Capitulo 29, Versiculos : 1 al 30
29:1 Siguió luego Jacob su camino, y fue a la tierra de los orientales.


29:2 Y miró, y vio un pozo en el campo; y he aquí tres rebaños de ovejas que yacían cerca de él, porque de aquel pozo abrevaban los ganados; y había una gran piedra sobre la boca del pozo.

29:3 Y juntaban allí todos los rebaños; y revolvían la piedra de la boca del pozo, y abrevaban las ovejas, y volvían la piedra sobre la boca del pozo a su lugar.

29:4 Y les dijo Jacob: Hermanos míos, ¿de dónde sois? Y ellos respondieron: De Harán somos.

29:5 El les dijo: ¿Conocéis a Labán hijo de Nacor? Y ellos dijeron: Sí, le conocemos.

29:6 Y él les dijo: ¿Está bien? Y ellos dijeron: Bien, y he aquí Raquel su hija viene con las ovejas.

29:7 Y él dijo: He aquí es aún muy de día; no es tiempo todavía de recoger el ganado; abrevad las ovejas, e id a apacentarlas.

29:8 Y ellos respondieron: No podemos, hasta que se junten todos los rebaños, y remuevan la piedra de la boca del pozo, para que abrevemos las ovejas.

29:9 Mientras él aún hablaba con ellos, Raquel vino con el rebaño de su padre, porque ella era la pastora.

29:10 Y sucedió que cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán hermano de su madre, y las ovejas de Labán el hermano de su madre, se acercó Jacob y removió la piedra de la boca del pozo, y abrevó el rebaño de Labán hermano de su madre.

29:11 Y Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloró.

29:12 Y Jacob dijo a Raquel que él era hermano de su padre, y que era hijo de Rebeca; y ella corrió, y dio las nuevas a su padre.

29:13 Así que oyó Labán las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió a recibirlo, y lo abrazó, lo besó, y lo trajo a su casa; y él contó a Labán todas estas cosas.

29:14 Y Labán le dijo: Ciertamente hueso mío y carne mía eres. Y estuvo con él durante un mes.

29:15 Entonces dijo Labán a Jacob: ¿Por ser tú mi hermano, me servirás de balde? Dime cuál será tu salario.

29:16 Y Labán tenía dos hijas: el nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor, Raquel.

29:17 Y los ojos de Lea eran delicados, pero Raquel era de lindo semblante y de hermoso parecer.

29:18 Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete años por Raquel tu hija menor.

29:19 Y Labán respondió: Mejor es que te la dé a ti, y no que la dé a otro hombre; quédate conmigo.

29:20 Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días, porque la amaba.

29:21 Entonces dijo Jacob a Labán: Dame mi mujer, porque mi tiempo se ha cumplido, para unirme a ella.

29:22 Entonces Labán juntó a todos los varones de aquel lugar, e hizo banquete.

29:23 Y sucedió que a la noche tomó a Lea su hija, y se la trajo; y él se llegó a ella.

29:24 Y dio Labán su sierva Zilpa a su hija Lea por criada.

29:25 Venida la mañana, he aquí que era Lea; y Jacob dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado?

29:26 Y Labán respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la mayor.

29:27 Cumple la semana de ésta, y se te dará también la otra, por el servicio que hagas conmigo otros siete años.

29:28 E hizo Jacob así, y cumplió la semana de aquélla; y él le dio a Raquel su hija por mujer.

29:29 Y dio Labán a Raquel su hija su sierva Bilha por criada.

29:30 Y se llegó también a Raquel, y la amó también más que a Lea; y sirvió a Labán aún otros siete años.



  • TERCERA LECTURA: SALMO 22
22:1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?


¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?

22:2 Dios mío, clamo de día, y no respondes;

Y de noche, y no hay para mí reposo.

22:3 Pero tú eres santo,

Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.

22:4 En ti esperaron nuestros padres;

Esperaron, y tú los libraste.

22:5 Clamaron a ti, y fueron librados;

Confiaron en ti, y no fueron avergonzados.

22:6 Mas yo soy gusano, y no hombre;

Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.

22:7 Todos los que me ven me escarnecen;

Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:

22:8 Se encomendó a Jehová; líbrele él;

Sálvele, puesto que en él se complacía.

22:9 Pero tú eres el que me sacó del vientre;

El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.

22:10 Sobre ti fui echado desde antes de nacer;

Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

22:11 No te alejes de mí, porque la angustia está cerca;

Porque no hay quien ayude.

22:12 Me han rodeado muchos toros;

Fuertes toros de Basán me han cercado.

22:13 Abrieron sobre mí su boca

Como león rapaz y rugiente.

22:14 He sido derramado como aguas,

Y todos mis huesos se descoyuntaron;

Mi corazón fue como cera,

Derritiéndose en medio de mis entrañas.

22:15 Como un tiesto se secó mi vigor,

Y mi lengua se pegó a mi paladar,

Y me has puesto en el polvo de la muerte.

22:16 Porque perros me han rodeado;

Me ha cercado cuadrilla de malignos;

Horadaron mis manos y mis pies.

22:17 Contar puedo todos mis huesos;


Entre tanto, ellos me miran y me observan.


22:18 Repartieron entre sí mis vestidos,


Y sobre mi ropa echaron suertes.


22:19 Mas tú, Jehová, no te alejes;


Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.


22:20 Libra de la espada mi alma,


Del poder del perro mi vida.


22:21 Sálvame de la boca del león,


Y líbrame de los cuernos de los búfalos.


22:22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos;


En medio de la congregación te alabaré.

22:23 Los que teméis a Jehová, alabadle;

Glorificadle, descendencia toda de Jacob,

Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel.

22:24 Porque no menospreció ni abominó la aflicción del afligido,

Ni de él escondió su rostro;

Sino que cuando clamó a él, le oyó.

22:25 De ti será mi alabanza en la gran congregación;

Mis votos pagaré delante de los que le temen.

22:26 Comerán los humildes, y serán saciados;

Alabarán a Jehová los que le buscan;

Vivirá vuestro corazón para siempre.

22:27 Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra,

Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.

22:28 Porque de Jehová es el reino,

Y él regirá las naciones.

22:29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;

Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,

Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.

22:30 La posteridad le servirá;

Esto será contado de Jehová hasta la postrera generación.

22:31 Vendrán, y anunciarán su justicia;


A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.

jueves, 21 de enero de 2010

DÍA 21 DE ENERO

  • PRIMERA LECTURA: LUCAS 16

16:1 Dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes.



16:2 Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de tí? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo.


16:3 Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.


16:4 Ya sé lo que haré para que cuando se me quite de la mayordomía, me reciban en sus casas.


16:5 Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?


16:6 El dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta.


16:7 Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. El le dijo: Toma tu cuenta, y escribe ochenta.


16:8 Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.


16:9 Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas.


16:10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.



16:11 Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?


16:12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?


16:13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.


16:14 Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él.


16:15 Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.


16:16 La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.


16:17 Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se frustre una tilde de la ley.


16:18 Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.


16:19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.


16:20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas,


16:21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas.


16:22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado.


16:23 Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.


16:24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.


16:25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.


16:26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.


16:27 Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre,


16:28 porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.


16:29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos.


16:30 El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.


16:31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.


  • SEGUNDA LECTURA:  Desde  GENESIS, Capitulo 27, Versiculo 46, al Capitulo 28, Versiculo 22.

27:46 Y dijo Rebeca a Isaac: Fastidio tengo de mi vida, a causa de las hijas de Het. Si Jacob toma mujer de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?

28:1 Entonces Isaac llamó a Jacob, y lo bendijo, y le mandó diciendo: No tomes mujer de las hijas de Canaán.


28:2 Levántate, ve a Padan-aram, a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre.

28:3 Y el Dios omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de pueblos;

28:4 y te dé la bendición de Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a Abraham.

28:5 Así envió Isaac a Jacob, el cual fue a Padan-aram, a Labán hijo de Betuel arameo, hermano de Rebeca madre de Jacob y de Esaú.

28:6 Y vio Esaú cómo Isaac había bendecido a Jacob, y le había enviado a Padan-aram, para tomar para sí mujer de allí; y que cuando le bendijo, le había mandado diciendo: No tomarás mujer de las hijas de Canaán;

28:7 y que Jacob había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padan-aram.

28:8 Vio asimismo Esaú que las hijas de Canaán parecían mal a Isaac su padre;

28:9 y se fue Esaú a Ismael, y tomó para sí por mujer a Mahalat, hija de Ismael hijo de Abraham, hermana de Nebaiot, además de sus otras mujeres.

28:10 Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán.

28:11 Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar.

28:12 Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella.

28:13 Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.

28:14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.


28:15 He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.

28:16 Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía.

28:17 Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo.

28:18 Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella.

28:19 Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero.

28:20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,

28:21 y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios.

28:22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.



  • SALMO 21
21:1 El rey se alegra en tu poder, oh Jehová;



Y en tu salvación, ¡cómo se goza!


21:2 Le has concedido el deseo de su corazón,


Y no le negaste la petición de sus labios. Selah

21:3 Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien;

Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.

21:4 Vida te demandó, y se la diste;

Largura de días eternamente y para siempre.

21:5 Grande es su gloria en tu salvación;

Honra y majestad has puesto sobre él.

21:6 Porque lo has bendecido para siempre;

Lo llenaste de alegría con tu presencia.

21:7 Por cuanto el rey confía en Jehová,

Y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido.

21:8 Alcanzará tu mano a todos tus enemigos;

Tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.

21:9 Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira;

Jehová los deshará en su ira,

Y fuego los consumirá.

21:10 Su fruto destruirás de la tierra,

Y su descendencia de entre los hijos de los hombres.

21:11 Porque intentaron el mal contra ti;

Fraguaron maquinaciones, mas no prevalecerán,

21:12 Pues tú los pondrás en fuga;

En tus cuerdas dispondrás saetas contra sus rostros.

21:13 Engrandécete, oh Jehová, en tu poder;


Cantaremos y alabaremos tu poderío.